El president, en un momento de la entrevista, en la que repasó la legislatura en clave deportiva.

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Albert Orfila/Fernando Fernández/Miquel Alzamora
Casi nada se le escapa a Jaume Matas i Palou (Palma, 1956) cuando el balón está por medio. Reflexivo y apasionado, en materia deportiva su tratado de intenciones ha dado paso a un catálogo de hechos. El President encara la recta final de su legislatura orgulloso de su política de instalaciones y patrocinios. Una inversión de 180 millones de euros está transformando el mapa de esta Comunitat, que en unos pocos meses disfrutará de infraestructuras de primer nivel. Pero Matas quiere más. El circuito de velocidad, un pabellón permanente para el Menorca, el hipódromo de Manacor... En plena efervescencia del debate urbanístico-deportivo que ha generado Vicenç Grande, el líder popular mantiene sus argumentos: «Debemos ayudar al Mallorca». Eso sí, se alinea con la alcaldesa Cirer y reclama compañeros de viaje para forjar el consenso.

-El presidente del Real Mallorca, Vicenç Grande, ha hecho públicos durante los últimos días sus proyectos urbanísticos vinculados con el club. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Continúa siendo la misma, nuestra actitud pasa por ayudar al Mallorca, pero naturalmente un proyecto de estas características requiere un consenso importante y no es fácil, como puede entender, pero no es imposible de conseguir, aunque requerirá su tiempo y un esfuerzo.

-¿Puede ser más preciso?
-Quiero decir que es un tema que debe ser lo más consensuado posible y que no debe utilizarse como caballo de batalla político. Sé que no podrá haber un consenso unánime, pero sí mínimo, que exista un acuerdo amplio entre los dos partidos mayoritarios. Esto sin duda puede ayudar a seguir adelante.

-El cacareado consenso, ¿es un requisito imprescindible para dar luz verde?
-Creo que sí. No puede ser un tema de confrontación ni de debate político, y en este caso puntual, el Mallorca está por encima de todo.

-Respecto al proyecto en sí, ¿qué valoración le merece a título personal?
-No tengo criterio para poner opinar sobre esta cuestión. Supongo que tiene que ser un proyecto respetuoso con el planeamiento urbanístico, con las normas aprobadas y será al final un proyecto que encuentre un punto de equilibrio entre todos estos puntos. Y digo que no tengo criterio porque no soy urbanista, ni tenemos las competencias en urbanismo. Soy político y creo que al Real Mallorca se le tiene que ayudar. Vicenç Grande tiene toda la buena intención del mundo, estoy seguro que lo único que quiere es el bien del Mallorca y como político, y no quiero ser reiterativo, creo que este proyecto tiene que gozar de un mínimo consenso, no debe ser motivo de enfrentamiento.

-¿Cree que habrá posibilidades de avanzar antes de las elecciones?
-Será difícil. En un año electoral los acuerdos son complicados. Tal vez cuando las cosas se serenen es más factible, pero esto no quiere decir que no lo tengamos que intentar.

-El Mallorca ha fijado una serie de garantías, un decálogo «antipelotazo», que asegura que nadie se lucrará, incluido el propio presidente. ¿Esto facilita la credibilidad del proyecto?
-Es una buena medida. Ya lo he dicho, estoy seguro que Vicenç Grande no tiene ninguna necesidad de hacer negocio con el Mallorca, ya tiene otro tipo de negocios que además le van muy bien. El presidente no está en el Mallorca para ganar dinero, no tengo dudas.

-Vicenç Grande ha asumido el accionariado mayoritario del Real Mallorca y con ello se ha cumplido con la ansiada mallorquinización de la SAD. ¿Está satisfecho por el hecho de que el control del club esté en manos isleñas?
-Es una muy buena noticia ya que éste era el objetivo cuando empezamos este viaje hace ahora ya casi cuatro años. Mateu Alemany fue un gran presidente y la persona que hizo posible que el club terminase en manos mallorquinas. Él tuteló toda esta operación, que desembocó después de estos años con el accionariado del club en manos mallorquinas. Algo que era necesario para dar equilibrio a la entidad.

-Mateu Alemany fue una figura clave, pero usted tuvo también una participación muy importante en toda esta operación...
-Yo no hice nada importante. El único que realizó un gran trabajo fue Mateu Alemany, él es el verdadero artífice del actual Real Mallorca.

-¿Comparte criterio con el presidente Grande en que ha llegado la hora de dar un salto de calidad deportivo y aspirar a algo más que la permanencia?
-Pienso que hay un proyecto deportivo que necesita tiempo. También pienso que ha sido importante la iniciativa que tuvimos desde el Govern de les Illes Balears de intentar balearizar el Mallorca. La foto de los pantalones que llevan los jugadores con el nombre de las islas es un paso importante y creo también que en este sentido la televisión y la radio autonómica, al igual que ocurrió con el Menorca Bàsquet, ayudaron a aumentar el interés en toda la Comunidad. Hoy, en el Mallorca hay un equipo de trabajo con un proyecto deportivo, con una estructura y con un plan de infraestructuras. Esto da garantias de cara al futuro.

-Un supuesto. Otro club de élite de nuestra comunidad, el ViveMenorca, solicita una recalificación para poder multiplicar sus ingresos. ¿Cuál es su respuesta?
-Creo que las circunstancias no son las mismas. El Menorca ya pidió ayuda en su momento y se le ayudó. No tenían una pista donde poder jugar y se les facilitó una. No tenían el dinero para el aval, que por cierto es carísimo, y nosotros conseguimos, con un consenso entre instituciones, dar solución a todos estos problemas. Y ahora, Menorca y su afición pueden presumir de un equipo en la ACB.

-El reto en este mandato ha sido apostar por las nuevas infraestructuras. ¿Cree que Menorca se merece un pabellón permanente y no de carácter provisional?
-Hay un proyecto mancomunado entre Sant Lluís, Maó y Es Castell para llevarlo a cabo. De hecho, las actuales instalaciones se pueden movilizar. Ahora bien, la inversión que hemos hecho en infrestructuras deportivas, para fomentar el deporte base y de élite en las Illes Balears, no tienen comparación con ninguna otra época. Creo que el último estudio apuntaba a 180 millones de euros invertidos. Todo lo que hemos hecho a través del plan de desestacionalización, en cuanto a la financiación de infraestructuras municipales en Eivissa, Menorca y también en Mallorca, representa una inversión que jamás se había realizado. Son mejoras históricas para apoyar al deporte de base. Además hay que destacar el proyecto emblemático del velódromo de Palma, con un presupuesto de casi 60 millones de euros, y que será una infraestructura que hará historia por todo lo que representa.

-¿Es Sant Ferran el proyecto estrella desde el punto de vista deportivo?
-Es la consecución de un sueño. Por primera vez, las Balears y la ciudad de Palma tendrán una instalación deportiva de primer nivel, sin nada que envidiar a las que tienen las grandes ciudades europeas, y además, podemos decir que será única en España. No habrá un velódromo en todo el país como el que tendremos aquí y de la misma manera, será una instalación donde podremos mezclar la práctica del deporte base y traer muchos acontecimientos deportivos de gran nivel, como el Europeo de baloncesto o el Mundial de ciclismo en pista. De no tener esta instalación, esto no hubiera sido posible. También podríamos traer un Masters Series cubierto o un indoor de atletismo. En definitiva, muchos acontecimientos de élite podrán recalar en Palma.

-¿Durante estos casi cuatro últimos años se ha trabajado más por crear infraestructuras que no por ser escenario de grandes acontecimientos?
-Infraestructuras y esponsorización. Hemos apostado por el golf. El Mallorca Clássic es un gran torneo de golf, con una repercusión mediática impresionante, y ahora conseguiremos traer a la selección española de fútbol. La apuesta por el equipo ciclista condicionó también el proyecto general que teníamos, ya que destinámos a esta fita parte importante del presupesto destinado a traer acontecimientos de gran nivel. La esponsorización de nuestros equipos, voleibol y baloncesto entre otros, a través de la Fundació Illesport, también ha ido creciendo. Pero insistiendo en el equipo ciclista, el balance ha sido magnífico y se puede decir que ha sido una inversión que ha dado sus frutos.

-El 31 de diciembre finaliza el contrato de esponsorización del equipo ciclista Illes Balears. Se les ha ofrecido seguir durante todo el año 2007, pero ustedes sólo se comprometen hasta las elecciones. ¿Se reafirman en su postura?
-Estamos negociando, pero lo que queremos es realizar un aterrizaje suave, prolongando nuestra colaboración, como máximo hasta el mes de junio, para no abandonar este compromiso en vistas a la próxima legislatura y que sean quiénes estén a partir de entonces los que decidan qué hacer. No soy partidario de dejar nada para después de junio y entonces se verá si se sigue en esta línea o no.