BARCELONA: Valdés (**); Zambrotta (**), Puyol (**), Márquez (**), Giovanni van Bronckhorst (**), Motta (*), Iniesta (**), Deco (**), Giuly (**), Ronaldinho (***) y Gudjohnsen (**).
Cambios:Ezquerro (-) por Giuly, Thuram (*) por Motta y Xavi (*) por Iniesta.
WERDER BREMEN: Wiese (*); Fritz (*), Mertesacker (*), Naldo (*), Wome (*), Frings (**), Jensen (*), Diego (*), Borowski (*), Klose (*) y Almeida (*).
Cambios: Klasnic (*) por Almeida y Hunt (*) por Wome.
Àrbitro: Massimo Busacca (SUI). Mostró cartulina amarilla a Puyol (m.48), Motta (m.53), Wome (m.72), Frings (m.78) y Diego (m.90+2).
Goles:
1-0, minuto 13, Ronaldinho.
2-0, minuto 18, Gudjohnsen.
Francisco Àvila|BARCELONA
El Barcelona, el defensor del título de la Champions, no falló ante el Werder Bremen (2-0) y se clasificó para octavos de final, después de un magnífico ejercicio en el primer tiempo y un fútbol de más control en el segundo. En 18 minutos, el Barça resolvió el partido y acabó con las dudas sobre la posibilidad de que por primera vez en la historia de la Champions, el defensor del título no pasara la primera ronda. Para ello, Ronaldinho obsequió a los culés con un tanto de pillería en el lanzamiento de una falta para el 1-0 y después Giuly, otro de los destacados, le regaló el 2-0 a Gudjohnsen. Salió el Barça oliendo la sangre, un Camp Nou vestido para la ocasión, jugadores hipermotivados y ninguna duda. Ronaldinho se vistió la camiseta de los grandes partidos, estuvo participativo desde que salió al calentamiento. Los barcelonistas hicieron suya la máxima que su entrenador, Frank Rijkaard, que en la víspera había aventurado que el Barca saldría a por el Werder y así fue. Los alemanes, un equipo eminentemente ofensivo, estuvieron descolocados desde el minuto 1, sin el balón vieron pronto que había poco que hacer. Y esa fue la percepción correcta. En 7 minutos, dos ocasiones; en 10, otra clarísima de Giuly, salvada por Wiese y en el 13, Ronaldinho marcó el primero. Cuando el debate semanal era si el potencial físico del Werder se impondría a la técnica del Barça; Ronaldinho acabó de un plumazo con esta teoría.
En una falta de Wome sobre el brasileño en la frontal del área, Ronaldinho fue el más listo, comprobó que era imposible superar a la barrera del Werder por alto con Mertesacker y Valdo (1,98 metros cada uno de ellos) y decidió rematar por bajo. Sorprendió a la barrera, a Wiese y al Camp Nou con un gol que recordó a uno conseguido por Rivaldo en San Siro. El tanto fue decisivo para la suerte del partido. El Barça creció en una portentosa demostración de la delantera, la media y sin que la defensa y el portero tuvieran que intervenir. Un desplazamiento de Ronaldinho sobre Giuly, que superó cuando y como quiso a Wome, permitió a Gudjohnsen el 2-0. En el minuto 18, el corso le regaló en bandeja el gol al islandés, en un tanto de 'nueve' puro.
Con el trabajo prácticamente hecho en ese tiempo, el Barcelona no bajó el pistón y buscó decidir el partido por la vía rápida. Lo pudo conseguir con un remate de Giuly, espléndido en el desborde, que salió fuera por poco y también Gudjohnsen, que firmó la jugada del partido. El islandés recogió un servicio de Deco, regateó a cuatro defensas y remató al palo en una jugada en la que el ex jugador del Chelsea ofreció una lección de regates, algo que no se había visto en el Camp Nou.
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