Grande firma un póster a un joven aficionado ante la mirada del director del área de Esports de s'Institut, Antoni Palerm. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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Tolo Jaume
El presidente del Real Mallorca, Vicenç Grande, no tira la toalla en su intención de promover un proyecto urbanístico que aumente los ingresos de la SAD balear y se mantiene a la espera de que el Ajuntament «mueva ficha». El máximo accionista del club resaltó que Cort «no ha denegado los proyectos, los ha aparcado» y lo hizo en el Parque Infantil de Navidad en Ifebal en vísperas a que la plantilla que dirige Gregorio Manzano regrese hoy a los entrenamientos a partir de las 17:00 en la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Sobre los diferentes proyectos planteados al consistorio palmesano Grande analizó que «lo de las torres no ha sido denegado, ha quedado aparcado. Cuando nos digan algo nosotros escucharemos y yo siempre me he distinguido como empresario y como presidente del Real Mallorca de cuando hay un problema buscar una solución. Que nos digan lo que nos tengan que decir y buscaremos la mejor solución posible, pero creo que ahora debemos espera a que ellos muevan pieza y nosotros, de momento, no haremos nada. El Mallorca guardará un silencio prudente».

Otro de los frentes abiertos en los despachos del ONO Estadi es la renovación de Gregorio Manzano, pero Grande se mantiene tranquilo al respecto: «Firmará cuando se pongan de acuerdo y en principio está cerrado. Sólo está pendiente de que llegue el representante del míster y espero que sea antes de día 7». Acerca de sus deseos de cara a 2007 el presidente mallorquinista evitó hablar de las torres y se ciñó al ámbito exclusivamente deportivo en el que expresó que «el Mallorca espera quedarse en Primera División y no sufrir mucho. Había gente que decía iba a ser un año aburrido y espero tenerlo, quiero ganar un par de partidos y volver a aburrirme».

En cualquier caso, el presidente mallorquinista no esconde el poso que le ha dejado el tramo final del año 2006: «Estoy poco preocupado. La palabra sufrir es muy fuerte, pero sí es verdad que cuando llega una derrota se sufre y no se pasa bien. Tengo una responsabilidad muy grande que es la de llevar el timón y tengo que asumir mi responsabilidad y dejar de lado los sentimientos para hacer lo mejor para el Mallorca».