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La calma ha vuelto a instalarse en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. El terapéutico triunfo del Mallorca en el Sánchez Pizjuán ha liberado al equipo rojillo de las cadenas que le tenían retenido en la parte baja de la clasificación y le han reportado una dosis de tranquilidad que le permitirá afrontar una semana decisiva desde una perspectiva muy agradable. «El triunfo de Sevilla supone una inyección de autoestima tremenda y nos proporcionará una confianza y una seguridad que viene bien para la Copa. Estoy convencido de que el miércoles daremos un buen nivel en A Coruña», reconocía ayer Manzano.

Una vez archivado el compromiso ante el líder, el Mallorca se desplazará esta tarde a tierras gallegas con la intención de invertir una eliminatoria que la semana pasada se puso muy cuesta arriba (1-2). En esa dirección, el técnico jienense lo tiene claro y no renuncia a la remontada: «En principio, el Deportivo lo tiene todo a favor para superar la eliminatoria, pero vamos a intentarlo. Me viene a la memoria el partido aquel de las semifinales de mi primera etapa en el club y acabamos ganando 2-3. Todos firmaríamos ahora mismo que se repitiera esa historia y en el fútbol todo es posible».

Manzano insistió también en que la victoria frente al líder no serviría de nada si no tiene continuidad en el trabajo diario: «Es un punto y seguido, pero no deberíamos olvidar lo que nos ha pasado hasta ahora. A partir de aquí tenemos que buscar de nuevo el equilibrio. Tampoco creo que hasta ahora nos hayamos autoinmolado. En cualquier caso, todo eso nos servirá de experiencia, para aprender». El técnico del Mallorca aseguró además que tratarán de reeditar el domingo frente al Madrid la hazaña del Sánchez Pizjuán: «¿Por qué no vamos a repetirlo?. Hay que recuperar el equilibrio y después veremos».