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La mejor versión de Jorge Lorenzo volvió a emerger en el mágico trazado de Jerez. Después de una primera jornada de entrenamientos privados marcados por la lluvia, el asfalto mojado y el frío, el sol hizo acto de presencia en la pista andaluza y eso lo agradecieron los pilotos, que pudieron desarrollar mejor sus monturas, poner a pruebas las nuevas prestaciones que lucirán en 2007 y firmar los primeros tiempos de referencia de la actual pretemporada. El mallorquín de Aprilia fue de los más activos a lo largo del día, en el que un total de 33 pilotos que 125 y 250 centímetros cúbicos, además del probador de Ducati para MotoGP, Vittoriano Guareschi, invadieron el asfalto, en especial a primera hora de la tarde, y en el que la caída de Nico Terol (Derbi) fue la nota negativa. El joven piloto levantino acabó por los suelos en su último paso por la parabólica de izquierdas anterior a la curva ngel Nieto (el mismo punto en el que dos horas antes cayó el húngaro de 250 Imre Toth) y fue trasladado al hospital del circuito, donde se le diagnosticó un fuerte golpe en las cervicales que le impedirá entrenar durante la jornada de hoy, la tercera y última antes de dar paso a las tandas del Ricardo Tormo de Cheste (sábado y domingo).

Toda vez que el lunes únicamente Lorenzo y Bautista animaron las series, el grueso de los pilotos de 250 inscritos para los entrenamientos tomó la salida y probó las primeras variaciones de sus máquinas de cara a la temporada que arranca el 10 de marzo en Qatar. Héctor Barberá (Team Toth) aguardó a la tarde para dar gas a su Aprilia. Lorenzo fue de los primeros que se animó. Lo hizo a las doce en punto del mediodía. Las zonas todavía húmedas y la baja temperatura del asfalto detuvo a más de uno en su intentona. Las estaciones meteorológicas de los equipos se activaron pasado el ecuador de la jornada, y viendo que era complicado hacer muy buenos cronos, se optó por ajustar y probar monturas, sabiendo que resta todo el miércoles para cerrar las sesiones inaugurales de la temporada 2006 en 125 y 250 centímetros cúbicos.

Lorenzo se centró en esos aspectos, sin descuidar a medida que la tarde avanzaba y la pista se secaba por completo, la posibilidad de parar el crono en una franja intimidatoria para sus oponentes. Muchos de ellos estaban en pista. De Angelis, Bautista, Barberá, Locatelli, Simoncelli, Luthi... Ellos y los españoles Tizón, Molina o Pablo Nieto, unidos al thailandésRatthapark Wilairot, dieron forma a un pit lane en el que el rugido de los motores fue una constante. Lorenzo paró mucho en box. Es el momento de hacerlo, de comentar cada vuelta, cada curva, cada incidencia. El nuevo chasis con el que la factoría de Noale ha dotado a la Aprilia RSW250 de Giorgio fue el centro de atención de Giovanni Sandi, Juan Llanas, Dani Amatriaín y compañía. Esa pieza clave en el engranaje de la moto fue una petición expresa del propio Jorge a la fábrica, dados los problemas que arrastró a lo largo de toda la temporada en el tren delantero y que ofrecían sensación constante de falta de estabilidad al campeón mundial, que concentró a la prensa desplazada hasta Jerez ante su presencia. Ese chasis que debe testar Lorenzo apenas ofrece variaciones respecto al de 2006, radicando la diferencia entre ambos en las medidas y las cotas.