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Miquel Alzamora
El Real Mallorca inicia el domingo la segunda vuelta del campeonato regular con dos objetivos claros: mejorar el registro en casa y asegurar cuanto antes la permanencia. El calendario en casa, a excepción de las visitas que rendirán Zaragoza, Valencia y Betis es asequible. Visitarán el ONO Estadi además de estos tres equipos mencionados, Recreativo, Levante, Betis, Getafe, Gimnàstic y Osasuna. En total nueve encuentros y aunque la mayoría son asequibles para el grupo balear, el gran déficit esta campaña son los encuentros que el Mallorca juega como local. Durante los diez encuentros disputados en la primera vuelta, el equipo de Gregorio Manzano sólo ha ganado un partido -frente al Español- igualando el registro de las temporadas 83/84 y 04/06. En ambas el equipo sólo había logrado también una victoria durante la primera vuelta de la temporada. Si en casa el calendario es relativamente asequible, siempre y cuando el juego del equipo se vea refrendado con goles y victorias, fuera se complica más.

Rendirá visita a los tres grandes: Atlético, Barcelona y Real Madrid, con el que finalizará la temporada, visitará estadios metidos en problemas como Celta, Real Sociedad o Athletic y ante conjuntos situados en zona de nadie como Deportivo, Español, Villarreal, Atlético o Racing. La situación puede variar en las próximas semanas, pero está claro que presumiblemente fuera encontrará muchos más problemas ya que el calendario es, a priori, más exigente. Sin embargo, esta campaña el grupo balear ha jugado algo mejor fuera que no en Palma, al menos en el capítulo de resultados estos han sido mejores. Cuatro victorias -Levante, Betis, Gimnàstic y Sevilla- y un empate, el conseguido en Huelva. El resto han sido derrotas y en total ha sumado fuera trece puntos. Números excesivamente justos para llegar a final de temporada con relativa calma y con el objetivo de garantizar la categoría antes de las dos últimas jornadas. De ahí que ahora sea capital el no fallar en casa y para esto hay que empezar desde ya a sumar victorias. Los rojillos deberán mejorar los registros en todos los sentidos. De hecho, el Mallorca es el tercer equipo más goleado del campeonato y eso que llegó a ser en la primera fase de la campaña el menos batido. Ahora sólo le superan el Nàstic con 39 y el Athletic con 28.

Manzano ha cambiado de planes estos últimos dos partidos, todo a raíz de las derrotas cosechadas frente al Athletic Club en la Liga y ante el Deportivo en la Copa. A raíz de estos malos resultados, el entrenador andaluz tomó la decisión de variar la fisonomía de su equipo tanto en el capítulo de sistema de juego como de futbolistas. El andaluz ha sacrificado a Juan Arango y Bosko Jankovic con el objetivo de dar solidez a la defensa y al centro del campo y trabajar en bloque y en equipo para buscar gol, evitando que sólo uno o dos jugadores cargen con ese peso. El entrenador quiere que el grupo en sí sea capaz de crear y finalizar, de ahí la decisión tomada de prescindir de estos dos futbolistas, aunque se trate de una medida antipopular y que el entorno no termina ni de entender ni de compartir.