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Ya era hora. Cuatro meses y cinco días después, la grada del ONO Estadi volvió a recibir buenas noticias. Los aficionados rojillos sufrieron hasta el último suspiro, pero recuperaron la sonrisa y se marcharon a casa con la sensación de que el Mallorca, además de saber ganar, ha levantado por fin la vista y está más vivo que nunca.

La lástima es que el estadio bermellón registrase la entrada más floja de toda la temporada para recibir al Decano del fútbol español. El intenso frío que sacudió en la tarde de ayer a la capital balear y la irregular marcha del equipo propiciaron que el estadio del Camí dels Reis presentara un aspecto desangelado y que los numerosos seguidores blanquiazules que acudieron a la Isla a presenciar el encuentro fueran los grandes protagonistas de los prolegómenos. La entusiasta hinchada andaluza coloreó casi todas las zonas del campo y se hizo notar con sus cánticos y gritos de ánimo. Sólo el juego del Mallorca y la avalancha de ocasiones del primer tiempo lograron eclipsarlos.

Era el partido más indicado para dar el salto y el club obvió los actos paralelos de otras jornadas para que público y jugadores se centraran unicamente en lo que había sobre el terreno de juego. Sin embargo, el mallorquinismo (y el resto de aficiones de la Liga) tuvo que padecer un absurdo homenaje a la figura del colegiado poco antes de que el balón reclamara la atención de los focos que al final, pasó practicamente desapercibido. Pero más allá de esa sorprendente puesta en escena, la masa social bermellona revivió sensaciones que no recordaba y se lo pasó en grande, sobre todo con lo visto en la primera mitad. El equipo mandó, llegó a la portería de Cazorla y lo que es más importante, celebró dos goles decisivos en sólo cuarenta y cinco minutos. Además, uno de ellos llevaba la firma de Ballesteros y eso siempre es motivo de alegría para la grada. De hecho, en los minutos posteriores a su tanto, volvió a sonar con fuerza una reivindicación habitual en el nacimiento del curso: «Ballesteros selección». Jonás fue agasajado tras la reciente llamada del seleccionador argentino y no paró de recibir felicitaciones en forma de ovación. Parece que lo peor ya ha pasado.