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Carlos Román|BARCELONA
La eterna falta de pegada y la eficacia del Espanyol en los diez últimos minutos monopolizaron la comparecencia de Gregorio Manzano en la sala de prensa del Lluís Companys. El entrenador del Mallorca lamentó las oportunidades perdidas, sobre todo una de Maxi López al inicio del segundo acto. El técnico de Bailén calificó la derrota de «abultada» y señaló la lesión de Basinas en el comienzo de la segunda parte como uno de los factores que afectó al desequilibrio: «Ha sido abultado para los méritos del equipo. El 3-1 no refleja el desarrollo del partido. Hasta ese minuto 34 de la segunda parte, cuando se adelantaron en el marcador, estaba todo muy igualado. Hasta ese momento, el equilibrio era la tónica general del choque en todas las facetas del juego y con posibilidades de romperse por cualquiera de los bandos. Tuvimos el 1-2 al inicio de la segunda parte, con el cabezazo de Maxi. También rozamos el 0-1 con un remate de Jankovic, pero ni en una situación ni en la otra supimos adelantarnos en el marcador. Era evidente que quien marcara en el tramo final, tendría muchas posibilidades de apuntarse la victoria, como así fue. El Mallorca ha hecho un muy buen trabajo. Hemos querido ganar, pero ellos han tenido la máxima efectividad, al contrario que nosotros y lo pagamos caro».

A propósito de esa falta de pegada, Manzano se rinde a la evidencia: «Las ocasiones, cuando se tienen, hay que marcarlas. Debemos insistir en el trabajo diario para que sigan creándose ocasiones, que es lo más importante dentro del fútbol. Todos los equipos deben buscar la creación de oportunidades y materializarlas. Hoy hemos hecho suficientes como para haber marcado más de un gol y no hay otro camino. Seguir entrenando e insistiendo. Hoy, desgraciadamente, no han sido suficientes», apuntó.

La lesión de Basinas al inicio del segundo tiempo acabó por resquebrajar el centro del campo, que acudía con alfileres por la ausencia de Ariel Ibagaza: «El cambio de Angelos es un factor a tener en cuenta dentro del desarrollo del partido. Tanto Jordi como él estaban haciendo un buen trabajo en la distribución, contención y equilibrio. No hay que excusar después de una derrota por un jugador que ha salido del campo y lo tenemos en el hispotal. Es cierto que quizás no era un cambio esperado y puede haber influido un poco en este tramo que el partido se volvió loco, de ida y vuelta. En ese juego de abrirse el encuentro sabíamos que teníamos algo más que perder porque ellos son delanteros muy rápidos, puntas dinámicos y sin Angelos perdimos el equilibrio de líneas. A partir de ese instante, el Espanyol pudo trabajar mejor».

Manzano también habló de los numerosos duelos particulares que se vivieron durante el choque, con piques constantes por la facilidad para lanzarse a la piscina de los jugadores del Espanyol: «El fútbol, en el campo, hay una faceta que algunos futbolistas dominan más que otros. Los espanyolistas dominan esa faceta importante que es la del saber tirarse al césped en cuanto sufren el mínimo contacto. El jugador que recibe la falta en su contra una vez vale, dos también, pero si constantemente el adversario se tira al suelo, puede sacar de sus casillas a cualquier jugador y quizás eso se ha producido en alguna fase del partido. Mis jugadores le reclamaban a los rivales que no simulasen tantas caídas. De todas formas, es un lance del juego y hay que felicitarles por ese otro fútbol que también es importante dentro de los noventa minutos».

El gafe de Maxi
El técnico jienense también fue preguntado por las oportunidades que falla Maxi López y si se plantea algún cambio. La pasada campaña, por ejemplo, situó arriba a Arango y Pisculichi, una modificación que se tradujo en buenos resultados: «Ahora mismo no me planteo nada más que no sea analizar el partido. Durante la semana ya habrá tiempo para preparar el próximo encuentro ante el Villarreal. Es cierto que recuperamos a Ibagaza y a Arango y presentaremos una alineación con toda la intención del mundo para ganar, como lo hemos hecho hoy. Ahora, en este momento, no me planteó ninguna situación al respecto».

El resultado, unido a los triunfos de Celta y Athletic de Bilbao, acerca de nuevo al grupo isleño a la zona peligrosa de la clasificación. En el horizonte aparecen los encuentros ante Villarreal, Levante, Real Sociedad o Betis. Un mes vital para el futuro: «La competición tiene estos momentos de abrirse y de cerrarse. Cuando uno no suma, deseamos que los rivales tampoco lo hagan. Pero ellos pensarían lo mismo la semana pasada, cuando nosotros ganamos al Zaragoza y ellos perdieron. Esto es un camino muy largo, estamos en la cuarta jornada de la segunda vuelta y tenemos que luchar en todos los partidos para sumar puntos en cada jornada. El equipo lo ha intentado hoy, nunca le ha perdido la cara, pero no ha podido ser. Hay que seguir trabajando».