Gregorio Manzano y Bosko Jankovic, ayer, en la ciudad deportiva de Son Bibiloni.Foto: MONSERRAT

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Gregorio Manzano cambia de planes. El entrenador del Mallorca quiere alterar la fisonomía de su equipo frente al Villarreal y ha anunciado que volverá a recurrir al bisturí a la hora de reformar la alineación en busca de soluciones. El jienense es consciente de que su grupo necesita alejarse cuanto antes de la zona de conflicto y podría echar mano de una variante más ofensiva para encarar al conjunto de Pellegrini y volver a alzar la vista. «Tengo ya muy claro quien va a jugar y puedo asegurar que va a haber algún que otro cambio», afirma.

El técnico bermellón busca un cambio de rumbo, un volantazo a una trayectoria tan irregular como imprevisible. Los rojillos combinan funciones completas con otras totalmente deficitarias y el máximo responsable de la plantilla no quiere que sus jugadores encadenen un nuevo fracaso que resultaría devastador para su ubicación en la tabla.

La baja de Basinas y los regresos de Arango e Ibagaza le permitirán cambiar los cromos que hay ahora mismo sobre su pizarra, aunque la gran obsesión del vestuario pasa por recuperar la pólvora y por ganar crebilidad en los últimos metros: «La baja de Basinas es importante porque ultimamente había ofrecido un buen rendimiento, pero hay que buscar una solución a su baja, ya que en el equipo hay jugadores para que no la tengamos que sentir.