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José Antonio Diegos
Concepción Montaner, subcampeona de Europa júnior hace ocho años, consiguió en alta competición su primera medalla como sénior en la segunda jornada de los Europeos en sala, que dieron a Jesús España un bronce en 3.000 metros y a Ruth Beitia una «medalla de chocolate».

Montaner, preparada al alimón por Jerónimo Schwad en Valencia y por Juan Carlos Alvarez en Madrid, obtuvo en Birmingham la recompensa a su sacrificio en un duro invierno que se pasó viajando entre la costa y la meseta central.

El año pasado rozó la medalla en los Mundiales en sala de Moscú, donde vivió la experiencia amarga de pasar, en la última ronda, del segundo al cuarto puesto. Ayer su salto de 6,69 en el quinto intento le dio su primera medalla, la de plata. El oro, con récord portugués (6,89), fue indiscutible para Naide Gomes, que revalidó el título conquistado hace dos años en Madrid.

Jesús España, favorito en la final de 3.000 metros, fue derrotado por el italiano Cosimo Caliandro y el francés Bouabdellah Tahri y tuvo que apretar los dientes para no perder incluso el bronce después de haber hecho todo el gasto en la carrera, marchando por delante con el propósito de ralentizar el ritmo, sabedor de que no tenía su día.

El codazo que le propinó el italiano Cosimo Caliandro antes de la salida fue significativo. El «tapado» parecía tener interés en salir delante. España se quedó a cola, pero antes de acabar la primera vuelta ya estaba en cabeza y ahí permaneció hasta bien pasado el segundo kilómetro.

Los adversarios de España le dejaron hacer en cabeza durante los dos primeros kilómetros, que pasó en 5:36.37. A 4 vueltas del final le relevó Farah, luego intervino el austríaco Gunther Weidlinger, que formó frente con el madrileño y al toque de campana España se pudo delante, pero no era el de las grandes tardes: se dejó cazar por Caliandro (8:02.44) y el francés Bouabdellah Tahri (8:02.85).

Juan Carlos Higuero, Arturo Casado y Sergio Gallardo defendieron el orgullo español en 1.500 y hoy, en la clausura de los campeonatos, lucharán por una barrida inédita para España, que ya ha conseguido dos dobletes.

Las esperanzas españolas de medalla se extienden también a los 800 metros. Tal es el buen momento que viven el barcelonés Miguel Quesada y el sevillano Luis Alberto Marco.

Quesada apretó en los últimos 400 metros y terminó ganando la primera semifinal con 1:48.62, y Marco sacó a relucir su fuerza terminal para alcanzar el segundo puesto.

Ruth Beitia hubo de conformarse con la «medalla de chocolate», el fatídico cuarto puesto, con una marca de 1,96 que compartió con las medallistas de plata y bronce, la italiana Antonietta di Martino y la búlgara Venelina Veneva.

Intento
La belga Tia Hellebaut fue la única que superó 1,99 metros y con el oro a buen recaudo, sola en concurso, también los 2,01, los 2,03 y los 2,05, pulverizando su récord nacional. Luego intentó sin éxito récord mundial en 2,09.

Con la barra en 1,99 quedaban cuatro para tres medallas y Beitia, por su mayor número de nulos, estaba fuera del podio.

Naroa Agirre no pudo con el listón en 4,50 en la calificación de pértiga y, con una marca de 4,40, fue eliminada. Empezó en 4,05, que superó a la primera, y siguió con 4,25, que cubrió también de un solo salto. En 4,40 necesitó dos intentos y en 4.50, tras fallar a la primera, rompió la pértiga en el segundo aunque tuvo suerte y cayó, cabeza abajo, dentro de la colchoneta.

El juez le permitió repetir el segundo intento pero Agirre volvió a fallar.