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C.R. / Agencias
La Real Sociedad no se da por vencida. A pesar de que la clasificación delata que su estado de salud es precario, el conjunto blanquiazul se resiste a morir y afronta el partido de mañana como la última oportunidad para seguir enganchado a la máxima categoría del fútbol español. Los dirigentes del club txuri-urdin quieren aprovechar la visita del Mallorca para atrapar tres puntos que le ayudarían a conservar el pulso y pretenden que su afición les lleve en volandas hacia el milagro.

De esta forma, sus socios han agotado en apenas día y medio todas las entradas gratuitas que tenía disponibles para el partido ante los baleares. Cada abonado podía retirar hasta dos localidades sin coste para este pel encuentro. La taquilla abrió el jueves por la mañana y, veinticuatro horas más tarde, ya no queda un solo billete.

Así, como ya ocurriera hace dos semanas ante el Deportivo, el estadio de Anoeta presentará un gran aspecto para arropar al equipo donostiarra en una nueva final. En cualquier caso, la masiva presencia público en el estadio donostiarra puede suponer un arma de doble filo para el conjunto local, tal y como sucedió el pasado 24 de febrero con motivo de la visita del Deportivo a San Sebastián.