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Carlos Montes de Oca/Miquel Alzamora
El vestuario parece haber tomado consciencia que partidos como los jugados ante la Real Sociedad no pueden repetirse en el campeonato regular. Además de una actitud mas agresiva, el equipo pretende tomar de nuevo el pulso a la competición y tomar el impulso definitivo que le permita respirar con más tranquilidad.

Un tratado de intenciones repetitivo esta temporada y que no ha sido posible ponerlo en práctica en al medida deseada. El hecho de no encadenar dos victorias consecutivas esta temporada ha sido determinante para ir haciendo la goma, como en el ciclismo, y enquistarse en las últimas plazas de la clasificación.

Recuperar la confianza y hacerlo con seguridad es la clave y así lo reconoció ayer un futbolista del peso de Guillermo Pereyra. Siempre razonando sus respuestas y huyendo de tópicos inútiles, el centrocampista subrayó ayer ante los informadores que «durante todo el año dependimos de nosotros y eso es bueno, pero hay que dar el salto, tratar de no sufrir, y de no perdonar ya que al perdonar les damos vida al rival. Hay que coger confianza, dejar la portería a cero y machacar», aseguró el futbolista argentino.