El Príncipe Felipe será testigo del choque entre los dos mejores ataques de la LEB. Los conjuntos con mejor promedio anotador lucharán por asentar su posición. El Drac lidera ese ránking (82,7 puntos por partido), pero los de Segura son una alternativa fiable (81,8). El ambiente hostil y el lleno garantizado en el Príncipe Felipe (11.000 espectadores) son dos factores que juegan en contra de los gualdinegros, que no renuncian a nada tras acumular tres triunfos que han devuelto las mejores sensaciones al vestuario del Palau. El Drac desplaza a todos sus efectivos, a excepción de Douglas Tshomba, a quien se le busca una salida, habiendo rechazado ofertas de LEB-2 (Plasencia) que pusieran fin a la delicada situación del alero, quien no cuenta para el cuerpo técnico. La historia es otro hándicap en contra del Drac, que acumula un único triunfo en la cancha aragonesa. Fue en la temporada 2002/03, gracias a un triple sobre la bocina de Bulfoni (80-81) que ponía fin a una serie de diez derrotas en sendos partidos en el inicio del curso.
La dificultad del entorno, unida a la calidad del contrincante, hace más apasionante el reto de sumar la décimosexta victoria, que supondría dar un paso al frente en su camino hacia las series de ascenso, meta que se cifra en un mínimo de dieciocho triunfos. Las exigencias del CAI les han llevado a firmar un bloque plagado de talento. Matías Lescano sigue siendo uno de sus pilares, con Victoriano y Crispin como referentes en el perímetro, donde el mallorquín Alberto Corbacho ha perdido protagonismo. Ecorte de Faverani y la lesión de Jo Jo García han mermado el juego interior, en el que Phillip ha ido ganando protagonismo junto a un Rafa Vidaurreta que se reivindica.
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