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A medida que Rafael Nadal continúa incrementando su leyenda, Roger Federer parece empeñado en disputar una previa de la «batalla de las superficies» en Mónaco. El tenista mallorquín sumó ayer su 65 victoria consecutiva sobre tierra batida tras doblegar a Philipp Kohlschreiber (6-2 y 6-3) y accedió a las semifinales del Masters Series de Montecarlo, ronda que también ha alcanzado el suizo, verdugo ayer de David Ferrer (6-4 y 6-0). Nadal se mide hoy con (el «maleducado») Tomas Berdych, mientras que Federer se enfrenta a Juan Carlos Ferrero.

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío y hoy Rafael Nadal tiene una buena oportunidad para saldar viejas cuentas con Tomas Berdych y complicar todavía más su extraordinario récord de triunfos sobre arcilla. El pasado mes de octubre el jugador mallorquín caía en los cuartos de final del Masters Series de Madrid (tercera derrota consecutiva) con el tenista checo. Más que la derrota en sí, a Nadal le molestó el mal gusto con el que Berdych celebró su triunfo y desde entonces las relaciones entre ambos no son buenas.

Berdych parece tenerle tomada la medida sobre pista rápida (le ha ganado en Cincinnati, Canadá y Madrid), pero Nadal se frota las manos ante la posibilidad de encontrárselo sobre tierra batida. El mallorquín sigue incrementando su impresionante racha de triunfos sobre arcilla y llega a la cita en un gran momento. Ayer volvió a evidenciar su superioridad sobre polvo de ladrillo ante Philipp Kohlschreiber y ha alcanzado las semifinales cediendo sólo once juegos para alcanzar las semifinales.