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Sin ningún peligro inminente en el horizonte, el Mallorca afronta el tramo final del campeonato con el cartel de juez de la Liga. La igualdad que preside la zona noble de la clasificación, con Barcelona, Sevilla y Real Madrid separados por tan solo dos puntos, ha provocado ríos de tinta en los medios de tirada nacional, que han reparado en el grupo isleño como uno de los conjuntos que pueden alterar el rumbo del título. Y es que las huestes que dirige Gregorio Manzano aún tienen que jugar con tres de los cinco equipos que aspiran a las cuatro primeras plazas de la Liga, con una particularidad: recibirá al Sevilla y visitará al Real Madrid en las dos últimas semanas del campeonato. Antes, en la jornada 35ª, se medirá en el ONO Estadi al Valencia, que tampoco renuncia a cantar el alirón o, al menos, a acceder a la Liga de Campeones. Tal y como está el torneo, es previsible que el título no esté decidido cuando el grupo isleño recibe en Palma al Sevilla. En esa misma jornada, la trigésimo séptima, el Barcelona recibirá al Espanyol, mientras que el Real Madrid visitará La Romareda para enfrentarse al Zaragoza, que se ha instalado en la cuarta plaza. El capítulo definitivo del curso se antoja taquicárdico. El Mallorca acudirá al Santiago Bernabéu, mientras que el Barcelona jugará ante un Nàstic presumiblemente descendido y el Sevilla recibirá en su estadio al Villarreal. El conjunto de Rijkaard, por cierto, tiene un calendario asequible: en las dos próximas jornada se mide a Levante y Real Sociedad, en posiciones de descenso, para acabar en Tarragona. El Real Madrid, en cambio, tiene dos citas de órdago en el horizonte; juega en San Mamés y recibe al Sevilla...

No es el Mallorca el único equipo que se cita con los aspirantes. Recreativo, Deportivo y Zaragoza también mirarán a los ojos de los grandes , mientras que el único que se enfrentará a los tres primeros clasificados es el Espanyol. El conjunto de Ernesto Valverde visita el próximo domingo el Sánchez Pizjuán para medirse al Sevilla, dentro de quince días visitará el Santiago Bernabéu para acudir al Camp Nou en la penúltima jornada. Casi nada. Se mide a domicilio a los tres primeros clasificados en sus cuatro desplazamientos. El Mallorca también jugará un papel fundamental para la zona delicada de la clasificación, un pantano del que ha escapada por su inmaculada trayectoria casera en la segunda vuelta del campeonato. La escuadra insular todavía debe medirse a Celta, el próximo domingo en Balaídos, y Athletic de Bilbao en San Mamés, en la penúltima jornada, dos equipos situados en la zona delicada de la clasificación, aunque hoy por hoy ninguno de ellos ocupa posiciones de descenso a Segunda División.

Los únicos compromisos que se antojan de relleno serán los duelos ante Osasuna y Racing de Santander. El cuadro navarro, con seis puntos por encima del descenso, espera atar la salvación en las próximas jornadas, mientras que el grupo cántabro no renuncia a entrar en la Copa de la UEFA. En caso de una hipotética final copera entre Barcelona y Sevilla, el séptimo clasificado de la Liga entraría en competición europea.