La carrera fue un monólogo del defensor del título, que dominó de principio a fin y puso de relieve tanto su solvencia como la de su Aprilia, que ha rendido a un excelente nivel a lo largo de todo el fin de semana. Sólo en la primera curva el número uno cedió el mando de la prueba. Fue cuestión de muy pocos segundos, porque en un abrir y cerrar de ojos Lorenzo trazó un interior que le devolvió el liderato y le disparó hacia la victoria.
El mallorquín intentó distanciarse de sus rivales desde el inicio e imprimió un ritmo al que sólo podían contestar a duras penas Andrea Dovizioso y Alex de Angelis. Y es que en el segundo paso por línea de meta el balear marcó vuelta y aventajó en cuatro décimas al italiano enseñando sus cartas. No obstante, Dovi apretó los dientes y se marchó a por el mallorquín, pero de él sólo vería su espalda.
Luthi y Kallio, que cerraban el grupo de cabeza, se descolgaron y De Angelis empezó a meterle la rueda al italiano mientras Lorenzo se disponía a aprovechar que sus perseguidores se enzarzaban en un ajustado pulso por la segunda plaza. A diez vueltas para el final fue cuando De Angelis acabó con la resistencia de Dovizioso y el líder puso tierra de por medio, la suficiente para que ya nadie pudiera acercarse ni siquiera a su aspiración. El pupilo de Dani Amatriaín sólo cometió un error en todo el fin de semana.
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