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Empieza la cuenta atrás. La locura por la Liga se ha apoderado de la actualidad deportiva y a menos de seis días para el gran desenlace, el Mallorca acapara ya la atención de los focos. El equipo de Manzano, que durante toda la semana trabajará más observado que nunca, volverá hoy a los entrenamientos para preparar una actuación de la que todo el mundo estará pendiente. Jugadores y cuerpo técnico tendrán que soportar una carga de presión añadida, aunque para ello contarán con el apoyo de medio país futbolístico, el mismo que viste de azulgrana.

En Madrid ya circulan comentarios de todo tipo, incluidos los que hablan de celebraciones y festejos. Aunque Fabio Capello se ha apresurado a frenar la euforia que inunda la casa blanca después de lo sucedido el sábado, el optimismo que se vive en los alrededores de Chamartín es extraordinario. Las ganas de la afición por volver a la Cibeles y acabar así con cuatro años de sequía eclipsan el fantasma de Tenerife y mantienen la ilusión de una hinchada que ha recuperado la esperanza gracias a varios golpes de fortuna en cadena. De momento, las entradas para presenciar el encuentro del domingo (21.00 horas) ya se han agotado y el Bernabéu registrará un ambiente infernal para empujar a su equipo hacia el título. Su título.

El Mallorca en cambio, realizará esta semana un cursillo para aislarse del famoso miedo escénico que tan a menudo colapsa a los rivales que visitan el coliseo merengue. El conjunto balear memorizó en su día la receta para soportarlo y durante cuatro temporadas salió de allí con la cabeza muy alta y su autoestima por la nubes. Tres victorias (temporadas 2000-01, 2002-03 y 2003-04) y un empate (2001-02) le convirtieron en uno de los oponentes más temidos y respetados en la capital, pero el efecto se fue diluyendo y fue incapaz de rascar nada en sus dos últimos desplazamientos. Cayó claramente hace dos ejercicios (3-1) y fue atropellado (4-0) a comienzos del curso pasado. Los dos precedentes refuerzan los argumentos blancos y su teórica superioridad, pero tampoco hay que olvidar que la mayor gesta del conjunto mallorquinista en Concha Espina lleva la firma de su actual técnico: Manzano.