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Fernando Fernández
El oro de Saitama, el título de campeones del mundo de baloncesto, ha supuesto el espaldarazo definitivo que la Federación Española (FEB) precisaba para aventurarse a solicitar a la FIBA la concesión del Mundial de 2014. Un evento que regresaría a nuestro país tras la experiencia de 1986 y para el que el Eurobásket de 2007, que tendrá lugar el mes de septiembre, será un termómetro válido.

No sólo para la capacidad organizativa de la FEB y todas las entidades y ciudades implicadas en el evento deportivo más notable que acoge nuestro país en el año en curso, sino que de manera especial para Mallorca. Y es que, según ha podido saber este diario, el impresionante Palma Arena sería uno de los pabellones que ocuparían un lugar notable en la agenda de la Española, que tendrá como referencia la sede del Grupo C (Alemania, Turquía, República Checa y Lituania).

El hecho de contar con uno de los pabellones de vanguardia a escala universal supone un punto a favor de Ciutat, que pondrá de cara al Europeo un aforo cercano a las 7.000 localidades (6.800 aproximadamente) y un escenario a la altura del torneo, que supone el tercer gran evento que alberga la instalación de referencia de la Isla tras el Campeonato del Mundo de ciclismo en pista y «La Guerra de las Superfícies», protagonizada por Rafael Nadal y Roger Federer.