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REAL MADRID 65
DKV JOVENTUT 61

REAL MADRID (18+15+13+19): Tunceri (3), Bullock (16), Mumbrú (11), Moiso (5), Reyes (11) -cinco inicial-, Sekulic (0), López (13), Hervelle (0), Smith (3) y Tomas (3).

DKV JOVENTUT (17+15+15+14):Rubio (1), Bennett (13), Barton (9), Archibald (2), Betts (4) -cinco inicial-, Rudy Fernández (15), Gaines (0), Laviña (2), Flis (7), Huertas (4) y Vázquez (4).

Àrbitros: Arteaga, Hierrezuelo y Conde. Excluyeron por personales a Barton (m.40).

Jorge Muñoa|MADRID

Dos años después, el Real Madrid regresa a la final con todo el mérito que le concede eliminar al DKV. Los blancos lucharán por el campeonato con su verdugo en la Copa del Rey: el Barcelona. La semifinal explotó en el descanso. El marcador la retrataba en toda su dimensión (33-32) cuando una chispa saltó. Un roce entre Archibald y Hervelle dio lugar a un tumulto en el túnel de vestuarios. Los blancos iban dispuestos a marcar el territorio (18-11).

Pero este Madrid y este Joventut, están cortados por el mismo patrón. Los verdinegros querían el premio gordo. Las noticias que llegaban de Vitoria, con el Barça por delante, presionaban al Joventut, al que sólo le valía ganar para jugar la Euroliga. Restaban cinco minutos y el choque seguía abierto (51-51).

En la hora de la verdad, al Joventut se le mojó la pólvora. Rudy (61-59 m.39) lo intentó y quedó margen para una clausura loca. Para una antideportiva sobre el Joventut, una lluvia de protestas contra los árbitros por parte badalonesa, una técnica al banquillo de la Penya y un cóctel de ingredientes que hacen del baloncesto algo único.