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M.A.
Vicenç Grande es imprevisible y uno nunca sabe qué puede decir, cuándo y qué magnitud pueden llegar a tener su manifestaciones. Ayer el máximo accionista del club balear fue interrogado por la posibilidad que ofrece el Evissa, tras su ascenso a Segunda B, de ser un club donde puedan llegar jugadores del Mallorca para formarse en una categoría tan compleja y difícil como la que estrenará el equipo pitiuso en agosto. Grande dijo que no le gusta la Isla para ceder futbolistas. «Este tema tenemos que estudiarlo -manifestó- a mí en particular Eivissa no es una plaza que me guste mucho para que vayan los jugadores jóvenes», manifestó. Ante esa respuesta, el máximo accionista del club balear concretó que no es por motivos futbolísticos por los que no ve con buenos ojos que sus jugadores puedan recalar en la SD Eivissa, sino por el carácter eminentemente turístico que tiene la Isla, con la pérdida de concentración que esto pueda suponer para el futbolista. Así lo explicó Vicenç Grande. «Hay muchos equipos en España y si podemos, hay que procurar ayudar al Eivissa, la única duda que tengo es que Eivissa es una ciudad turística, una ciudad para jóvenes y a mí francamente esto me produce cierto miedo», declaró. Grande, nada más realizar estas declaraciones dijo también que no debería decirlo en voz alta, pero el presidente del Mallorca no acostumbra a dejar en el tintero ninguna de sus opiniones, aunque están en ocasiones no sean políticamente correctas. «No tendría que decirlo -en referencia a lo mencionado anteriormente- pero estoy manifestando una realidad como un templo. Preferiría mucho más que mis jugadores estuvieran, por ejemplo, en la Ponferradina», manifestó el presidente del Mallorca.

Si ayer fue Eivissa el foco de atención de parte de las declaraciones que Grande hizo durante el día, anteriormente lo fue la Isla de Menorca y en especial su equipo de ACB. Grande siempre ha manifestado que las ayudas institucionales que recibe el conjunto del Vive Menorca son justas y debe seguir recibiéndolas, pero recordó que su club tiene que tener un mismo trato de favor pidiendo públicamente en reiteradas ocasiones ser tratado económicamente por las instituciones de Balears como lo está siendo el equipo de baloncesto.

Ayer se refirió a la otra Isla pero no en términos económicos sino deportivos destacando el inconveniente que representa para el futbolista el entorno turístico y festivo que rodea la Isla que en estos momentos tiene un equipo en la Segunda División B.