Gregorio Manzano, reunido ayer por la mañana con sus futbolistas en el campo de entrenamiento. Manzano pretende inculcar sus ideas al equipo sin pérdida de tiempo. Foto: TERESA AYUGA

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Gregorio Manzano tiene un plan. El entrenador andaluz ya ha trazado sobre su pizarra las líneas maestras del nuevo boceto que plasmará sobre el campo en cuanto la temporada se ponga en marcha y aunque no sobresalen grandes novedades con respecto al manual del curso pasado, si que hay algunos matices interesantes que se irán acentuando a medida que el calendario siga avanzando.

Si algo destaca hasta ahora en el grupo balear es el liderazgo de Ariel Ibagaza. A falta de saber si llegará ese delantero de referencia que resta para completar un once de garantías, el Caño es el alma del Mallorca sobre el terreno de juego y si conserva el estado de forma durante todo el ejercicio, será el encargado de tirar del grupo en los momentos decisivos.

Manzano tiene previsto jugar con el clásico rombo en el centro del campo y el argentino se instalará en el vértice superior con la intención de canalizar el juego hacia el ataque. Además de ser el futbolista más determinante del vestuario, el mediapunta es también el tipo con más personalidad y carisma. Su gran trabajo de la campaña anterior le reportó una renovación sobradamente merecida y la nueva temporada debe ser la de su consolidación como referente.

La libreta del técnico está más completa que nunca y refleja dos nombres por puesto, un dato que debería asegurar una máxima competitividad en todas las líneas.

En ese sentido, el primer gran debate se sitúa en la portería. Miquel Àngel Moyà y Germán Lux parten de cero y con las mismas posibilidades de asumir la titularidad, por lo que habrá que esperar a que se inicie la acción para comprobar cuál de los dos impone sus argumentos bajo el larguero. Sólo un paso por delante, la zaga también parece bien cubierta y si la cosa no cambia, conservará los mismos rasgos que el proyecto anterior.

Héctor, Nunes, Ballesteros y Navarro cargarán con el peso de la línea de cobertura, pero estarán perfectamente cubiertos por Molinero, David Navarro, Ramis y Dorado, sin olvidar tampoco a Martí Crespí. En esa parte del campo se basó buena parte de la permanencia del curso pasado y el técnico tiene muy claro cuál es el camino a seguir.

La zona ancha también ha ganado en efectivos y en cuanto al equipo base, no registrará muchos movimientos. Además de Ibagaza, Pereyra y Basinas se jugarán una plaza por delante de la defensa y los carriles están reservados para Jonás y Varela, siguiendo la fórmula que ideó el preparador en la segunda vuelta de hace sólo unos meses. Borja Valero, un jugador en el que la entidad ha depositado muchísimas esperanzas, engordará los niveles de calidad del conjunto y todo hace indicar que dispondrá también de muchos minutos. Habrá que ver además que papel interpretan Tuni o incluso el canterano Dani González, que en cualquier caso reforzarán el costado zurdo de la zona ancha. El Mallorca sufre un déficit evidente en la vanguarda. Si no se producen más fichajes, los jugadores que cuentan con más números para finalizar la jugada son Juan Arango y Pierre Webó, pero seguirá haciendo falta más pólvora.

Con Delibasic descartado, Víctor y Trejo, estarán a la expectativa y ya han demostrado que tienen muchas cosas que decir. En cualquier caso, todo empezará a aclararse en cuanto la temporada arranque de forma oficial y para eso queda ya muy poquito. Por este motivo el entrenador está intensificando el trabajo con el objetivo principal de no empezar como el año pasado, es decir, perdiendo tantos puntos en casa como se perdieron.