Dani Güiza y Pierre Webó, ayer, poco antes del entrenamiento de la plantilla del Mallorca en la ciudad deportiva Antonio Asensio . Foto: MONSERRAT

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La sociedad del gol cobra forma. Dani Güiza y Pierre Webó han vuelto a empotrarse en la plantilla del Mallorca y si no surgen problemas de última hora estarán presentes en el estreno del campeonato ante el Levante (Mañana, ONO Estadi, 19:00 horas). La primer unidad de Manzano en la línea de ataque ha llegado a tiempo de involucrarse en la cita inaugural del torneo y si el jienense lo creee oportuno podrían formar de inicio ante el cuadro granota.

El último en reengancharse al grupo fue Webó, que acudió ayer al entrenamiento voluntario del equipo en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. El camerunés se marchó el pasado domingo a París para concentrarse junto a sus compañeros de selección y emprender desde allí un interminable hacia Japón, donde le aguardaba un intrascendente partido ante el combinado nipón. El jugador bermellón se desplazó al país asiático únicamente para cumplir con las exigencias de su federación y aunque ha regresado a la Isla sin haber disputado un solo minuto, acumula en su cuerpo una carga de kilómetros que amenaza con pasarle factura.

«Ha vuelto cansado», explicaba ayer el propio Manzano. «Viene de un viaje largo y agotador y lo que más le ha cansado ha sido el regreso. Mientras ha estado en Asia ha entrenado con la selección y creo que hay tiempo de recuperarlo de cara al partido».

El preparador mallorquinista detalló las claves de su desplazamiento y desveló que «le indicamos a la federación camerunesa que tenía un pequeño golpe producido durante un partido de pretemporada y lo han respetado sin alinearle un solo minuto. Es de agradecer. En un viaje así hay una serie de condicionantes que está por encima de los intereses particulares y me imagino que Japón impondría una serie de condiciones para que asistieran los jugadores más importantes de Camerún. Han sabido cumplir con las dos partes, ya que su viaje no ha sido un capricho», argumentaba el de Bailén.

Con respecto a Dani Güiza, la situación era mucho menos confusa. El ariete jerezano se ha recuperado antes de lo previsto de la rotura fibrilar que se produjo en Holanda y Manzano le puso a prueba en la segunda mitad del partidillo del jueves, en el que además marcó un tanto. El gaditano recordó entonces que su alineación de mañana iba depender exclusivamente del entrenador y éste aplazó ayer su respuesta: «Tiene el alta médica, pero para obtener también la futbolística tenemos que esperar. El jueves trabajó veinte minutos con el grupo y tenemos que esperar, no hay prisa para emitir el diagnóstico definitivo. Mañana (hoy para el lector) se le hará la última prueba, aunque ha evolucionado positivamente y creemos que llegará al domingo», apuntaba. En cualquier caso, Manzano destacó que el jefe de los servicios médicos del club también tendrá que pronunciarse al respecto antes de que se tome la decisión definitiva: «Hablaremos las tres partes, el doctor, el futbolista y yo. Estudiaremos el panorama del partido, lo valoraremos todo en su conjunto y decidiremos».

La posibilidad de contar con Güiza y Webó supone todo un alivio para Manzano, que hasta la semana pasada se enfrentaba un panorama desolador. La ya conocida ausencia de Víctor (el de Algaida arrastra una sanción del curso pasado y sufre además una fuerte contusión en la pierna izquierda) y las dudas de sus dos puntas más resolutivos habían activado un plan de emergencia en la caseta de Son Moix. En el caso de que ninguno de los dos hubiera llegado al encuentro, el máximo responsable de la plantilla tenía en mente la posibilidad de alinear a Arango y Trejo en las posiciones más avanzadas.