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Tony Parker ejerció de súper estrella de la NBA y condujo a Francia a su segunda victoria, en esta ocasión ante una Italia (69-62) que dio la cara, pero que nada pudo hacer para frenar al genial base francés. Parker, al margen de los 36 puntos en los 33 minutos que partición en el choque, condujo con maestría al equipo de Bergaud, pero sobretodo ejerció de verdadero crack del baloncesto al aparecer en los momentos que lo necesitaba su equipo.

A los pocos segundos de reanudarse el segundo cuarto, Francia lograse empatar el partido (20-20) por vez primera. Esta igualada dio paso a una serie de fallos en ambos bandos que ralentizó la marcha del marcador hasta llegar al ecuador de este tercio, momento en el que Italia recuperó el mando (24-29) con Belinelli como estrella. Sólo necesitó Francia dos minutos de la reanudación para dar la vuelta al marcador (37-36), gracias a la pájara que le entró a Italia en el comienzo del tercer cuarto y, fundamentalmente, a que Parker asumió la responsabilidad. Parker cambió el signo del partido (49-41) y se plantó en 26 puntos, a pesar de que descansó los dos últimos minutos. El cuarto definitivo se inició con cuatro puntos de ventaja para Francia (51-47), aunque ahora fue Italia quien salió más metida y en dos minutos recuperó la ventaja (51-53), con lo que la igualdad se instaló en el marcador. En la recta final se vio a la mejor versión de Francia, con Parker ejerciendo de ejecutor de Italia con entradas imposibles, con faltas de sus rivales, que con impotencia, no pudieron hacer más que contemplar el triunfo galo (69-62) y admirar el recital del genial base.