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ALEMANIA 79 TURQUÍA 49 ALEMANIA (16+24+18+21): Dirk Nowitzki (24), Patrick Femerling (4), Demond Greene (10) y Ademola Okulaja (13) -cinco inicial- .También jugaron Jan Jagla (8), Mithat Demirel (6), Johannes Herber (2), Stephen Arigbabu (3), Robert Garrett (4), Pascal Roller (3) y Guido Gruenheid (0) .

TURQUÍA (11+16+12+10): Engin Atsur (7), Ersan Ilyasova (6), Semith Erden (0), Mehmet Okur (5) y Hiyadet Turkoglu (15) -cinco inicial- .También jugaron Ender Arslan (0), Ibrahim Kutulay (0), Ermal Kurtoglu (5), Kerem Gonlum (2), Hakan Demirel (0), Cenk Akyol (3) y Kaya Peker (6).

Àrbitros: Arteaga (España), Coelho (Portugal) y Belosevic (Serbia). Castigaron con antideportiva a Turkoglu. Sin eliminados..
Albert Orfila
Alemania crece. Turquía sigue de vacaciones. Apenas cabe otra lectura. Guiada por Dirk Nowitzki, la selección germana agudizó anoche el deplorable estado de salud de su adversario, un equipo que lejos de Estambul, siempre empequeñece. No es algo nuevo, aunque si paradójico. Turquía siempre ha sido una referencia en el mapa baloncestístico europeo, ha exportado jugadores muy interesantes a la NBA y aparentemente lo tiene casi todo para instalarse en la zona noble de cualquier torneo. Pero la realidad sigue siendo cruel para el equipo otomano, víctima de la anarquía e incapaz de optimizar sus recursos. Es cierto que ayer se encontró con un gran Nowitzki -el MVP de los Dallas Mavericks anotó 18 puntos en el primer cuarto-, pero eso apenas justifica la humillación a la que fue sometido el conjunto de Tanjevic.

Nadie es quien debería ser en Turquía, un equipo que aspiraba al menos a acariciar algún metal y que hasta ahora ha deambulado por el Palma Arena.
Hoy se enfrenta a la República Checa, la cenicienta del «grupo de la muerte» y nadie debería sorprenderse si engancha otra derrota. La ausencia por lesión de Erdogan puede haber trastocado los planes de Tanjevic, aunque eso no justifica los paupérrimos porcentajes de su equipo ni tampoco su nula predisposición defensiva. El mítico Kutluay ya no está para retos de altura, aunque Peker, Ilyasova y especialmente Okur y Turkoglu son tipos sobre los que construir un gran equipo. Con Estambul 2010 en el horizonte, Turquía debe replantearse muchas cosas. ¿Un relevo generacional? Quizás le falte tiempo.