La situación puso en entredicho la teoría del preparador germano, en su retorno al escenario que le catapultó hacia un grande. El Madrid, invadido por la inconsistencia, se encargó de estimular al Getafe, que transitaba hasta ahora desorientado por el campeonato. Las dudas locales se disiparon rápidamente. Cuestión de ánimo.
En apenas minuto y medio, el cuadro de Laudrup puso en aprietos a Iker Casillas. Casi más que todas las que ha ofrecido en el resto de encuentros disputados en el Coliseum. El meta madrileño salvó un remate de Uche, que se vio con una ocasión única al encontrarse con un balón rechazado en un forzado desvío de Fabio Cannavaro. Una volea de Belenguer que salió por encima del larguero y un despeje del central italiano con Casillas rebasado amenazaron la estabilidad blanca.
Sólo Raúl mostró respuesta a la predisposición local. Hubo alguna amenaza más antes del intermedio. Como un tiro franco, desperdiciado Nacho, después de una buena acción de Manu.
Lejos de atender a las advertencias del inicio, el Madrid permaneció en su caos. La fortuna le amparó cuando Sergio Ramos, bajo palos, sacó como pudo un balón de gol enviado por Nacho. Schuster no esperó más y tiró de Guti para poner orden al asunto.
Fue a partir de ese momento cuando el Real Madrid miró hacia adelante. También estimulado por el bajón en la presión rival, que no renunció al triunfo, como delató un contraataque desperdiciado por Uche.
Pero el gol se advertía. Una contra iniciada por Sneijder dejó a Robben vía libre hacia Ustari. El holandés encontró el apoyo de Ramos, siempre solvente, que remachó a puerta vacía. Ya en los últimos instantes, Kepa remató al palo un tiro a la portería de Iker Casillas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.