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Carlos Román|SEVILLA
Gregorio Manzano recibió ayer otro duro golpe por parte de un colegiado. El técnico jienense, que reconoció tras el encuentro la superioridad bética, incidió también en la equivocada actuación del castellano-manchego Ontanaya Pérez, que dejó con diez jugadores al Mallorca poco antes del descanso: «Para mí no es expulsión, pero el partido ya estaba desequilibrado y nos ha dolido mucho», comentaba alicaído.

El preparador de Bailén fue muy duro con el trencilla y le acusó de dejarse llevar por la fama de duro que todavía arrastra Sergio Ballesteros: «Tampoco creo que lo pueda decir yo vaya a servir para mucho, pero analizo la jugada. Hay un jugador con el balón en su poder, que esquiva al rival y que quiere salir con el balón controlado, pero un contrario le agarra por la cintura y el gesto de quitárselo de encima supone un palmetazo. A partir de ahí, aparece la figura de Ballesteros y el árbitro, debutante en Primera que probablemente hubiera oído campanas acerca de él, toma una decisión rigurosa. Sergio es un pedazo de pan y una grandísima persona, pero el árbitro monta un desenlace bastante erróneo», argumentaba. «Con una tarjeta amarilla por agarrar hubiera sido suficiente, pero hemos llegamos a puntoÂ… Creo que lo que más ha pesado ha sido el nombre de Ballesteros, aunque se tenía que haber ahorrado también la expulsión de Güiza, que sólo le ha dicho que pitara el final. Hay que saber llevar los partidos de fútbol», añadía.

El andaluz reconoció que el club estudiaría las imágenes de la acción para valorar si vale la pena recurrir la tarjeta roja.
Manzano justificó además los cambios que realizó a raíz de la fatídica jugada y señaló que «había que formar dos líneas de cuatro en defensa y el medio campo. Jonás volvía a su posición natural y manteníamos a Arango como una variante ofensiva», destacaba.

Por último, el técnico explicó que Jonás «sufre un golpe en la rodilla que le ha producido un pinzamiento que se traducía incluso en mareos. Su salida ha sido otro contratiempo porque nos aportaba velocidad en la banda, aunque Borja Valero también lo ha hecho muy bien», finalizaba.

Por su parte, Héctor Cúper, técnico del Betis, subrayó el «buen partido del equipo, que sirvió para quitar ansiedad y tensión» aunque matizó que lo que más le «reconforta es que el triunfo se produjo después de hacer un buen encuentro».

«No sé si era para tres goles, pero hoy salieron las cosas que intentamos siempre. Vamos a seguir trabajando así y tratar de mantener la regularidad e, incluso, mejorar, porque los entrenadores queremos que los jugadores rindan cada vez un poco mas, indicó.

Rechazó que tuviera nostalgia (por su pasado en el Real Mallorca) y dijo que «nosotros necesitábamos los tres puntos como el aire. Siempre hay nostalgia, pero hoy intentamos dejar fuera el corazón».