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El día señalado para enterrar a Héctor Cúper desembocó en una de las derrotas más dolorosas de la era Manzano. Desde el pasado 10 de diciembre de 2006, cuando cayó 3-0 en El Sadar, no encajaba el Real Mallorca una goleada tan abultada a domicilio. El Betis resucitó a lo grande con la complicidad del colegiado. Ontanaya López, un debutante con los mismos tics que los veteranos, expulsó a Sergio Ballesteros por dar un manotazo de espaldas a Caffa después de que éste le agarrara por la cintura con las dos manos y le impidiera avanzar. El central valenciano se dirigió al árbitro recriminando la amonestación para el bético y, de repente, vio la décima tarjeta roja (la sexta desde que está en el Mallorca) de su carrera en la Liga. Era el minuto 36 y el equipo rojillo se quedaba en inferioridad ante un Betis que mordía en cada acción desde el pitido inicial.

Esa acción alteró el encuentro, obligó a Manzano a retocar todas sus piezas y provocó la primera derrota a domicilio del curso. Para rematar la tarde más negra desde que arrancó el campeonato, el árbitro le mostró a Dani Güiza su segunda cartulina amarilla, también por protestar, en el descuento.

En las entrañas del Manuel Ruiz de Lopera, las lamentaciones inundaron la caseta mallorquinista. Desde Gregorio Manzano hasta los dos protagonistas arrojaron chatarra contra el árbitro por sus decisiones, que no sólo allanaron la victoria bética, sino que dejan a Gregorio Manzano sin dos de sus pilares básicos de cara al encuentro del próximo domingo en el ONO Estadi frente al Getafe...si los comités no lo remedian.

El acta arbitral no destapó demasiadas dudas. El colegiado se limitó a indicar las expulsiones sin especificar nada más. Así, según refleja el acta, «en el minuto 36 el jugador (22) Martínez Ballesteros, Sergio fue expulsado por el siguiente motivo: golpear a un adversario con la mano, estando el balón en juego, sin ánimo de jugar el balón». La imagen de la acción, en cambio, refleja la intencionalidad del central de conducir el esférico, ya que de hecho lo tiene en su poder. Por lo que se refiere a Güiza apunta: «En el minuto 61 el jugador (14) González Güiza, Daniel fue amonestado por el siguiente motivo: protestar, de forma ostensible, una decisión mía. En el 89 fue amonestado por el siguiente motivo: protestar, de forma ostensible, una decisión mía». En ningún momento especifica qué le dijo el futbolista, que según él se limitó a indicarle que porque había añadido tanto tiempo de descuento con 3-0 en el marcador. Además, no expulsó a Sobis cuando celebró el gol y mereció la segunda.