Para el conjunto azulgrana, la visita del Atlético, el último equipo que ha ganado en Liga en el Camp Nou, hace ya 20 meses, supone el mejor test para comprobar hasta qué punto ha crecido después de un titubeante arranque de temporada. También será una buena prueba para los rojiblancos, con cinco triunfos seguidos en las últimas dos semanas, entre Liga y Copa de la UEFA.
El Barcelona apático que se vio en Santander (0-0) y Pamplona (0-0) ha dado paso a un equipo alegre y festivo, que ha recuperado el gusto por el juego agarrado a la inspiración de un extraordinario Leo Messi, figura indiscutible del equipo y autor de siete goles en los últimos cinco partidos.
Al calor del argentino ha despertado Henry y ha regresado Ronaldinho. El brasileño, centro del debate hace apenas una semana por su comportamiento extradeportivo, volvió al equipo en Stuttgart y cerró el capítulo sobre su titularidad. No ha demostrado aún la chispa y el desborde que le encumbraron hace apenas dos años, pero juega para el equipo y parece nuevamente implicado.
Las lesiones, sin embargo, han dejado a Frank Rijkaad con lo puesto, especialmente en la línea defensiva. Por ello, la alineación azulgrana apenas presenta dudas, con Puyol y Milito como pareja defensiva por primera vez en la temporada y los llamados «tres pequeños», Iniesta, Deco y Xavi, en la medular.
Despejadas ya las dudas en torno a Ronaldinho, la línea de ataque tampoco presentará variaciones: el brasileño, escorado a la banda izquierda, estará acompañado por Henry y Messi, tres jugadores de primer nivel mundial para uno de los partidos más atractivos del campeonato.
Enfrente estará el Atlético de Madrid, enganchado a una espectacular racha de resultados y goles y que llegará al choque avalado por sus convincentes actuaciones en sus visitas al Camp Nou, donde se mantiene invicto en sus últimos tres desplazamientos, con dos triunfos y un empate.
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