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Después de quince días en calma, la designación de González Vázquez ha sembrado ampollas en el seno del Real Mallorca. Y es que con el colegiado alemán de nacimiento adscrito al colegio gallego, el conjunto balear jamás ha logrado la victoria en la decena de encuentros que le ha dirigido en el último lustro.

Pero no sólo la mala racha de resultados preocupa a la entidad bermellona, sino la animadversión que parece tener el árbitro con Sergio Ballesteros. De hecho, el central del Real Mallorca ha sido expulsado en dos ocasiones por este colegiado. La primera fue en la temporada 2004-05, en el Vicente Calderón, cuando González le mostró dos amarrillas al defensa de Burjassot. La expulsión de Ballesteros, a la que se unió minutos más tarde la del italiano Mark Iuliano, propició la goleada (4-0) sufrida por el equipo entonces dirigido por Héctor Cúper.

La segunda vez que el árbitro y el central cruzaron sus destinos fue en la campaña 2005-06, en el Camp Nou. El colegiado le mostró dos amarillas a Ballesteros y le envió a los vestuarios, aunque de camino a los mismo, el central tuvo tiempo para darle una bofetada a Puyol.

Pero no ha sido el capitán del Mallorca el único que ha probado el látigo del colegiado. La pasada campaña expulsó a Maxi López en Pamplona (3-0). Curiosamente, fue el árbitro el Recreativo-Mallorca (1-1) de la temporada 2002-03.