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Quince días después, el Mallorca (7º, 11 puntos) se reengancha a la Liga. Y lo hace en un campo propicio y ante un rival cuesta abajo que quiere evitar su tercera derrota consecutiva. La visita al Recreativo (13º con 8 puntos) llega en el momento adecuado para coger impulso. El grupo balear quiere almacenar puntos para lo que se avecina. Con los grandes en el horizonte -Valencia, Real Madrid y Sevilla aguardan en noviembre-, los de Manzano acuden a Huelva con la intención de coger impulso y de facturar un triunfo en el equipaje cinco meses después (17.00 horas, Nuevo Colombino, PPV).

Sin Jonás, que no ha llegado a tiempo, el sancionado Pereyra y David Navarro, que no entró en la lista porque apenas ha entrenado durante la semana por su reciente paternidad, el Mallorca quiere romper la maldición foránea.

Instalado en la zona media alta desde que nació el torneo, el bloque isleño necesita una victoria de peso para creer en sus posibilidades y enterrar la irregularidad que le persigue. Ha alternado remontadas de mérito en casa con pifias a domicilio. Empató en Almería sin hacer nada del otro mundo y cayó goleado en el Ruiz de Lopera en un partido marcado por las expulsiones de Ballesteros y Güiza, que regresan al once. Precisamente la vuelta del jerezano empuja a Manzano a la cábala. El técnico de Bailén medita situar de salida al tridente (Arango en la izquierda, Güiza y Víctor arriba) o, la opción B, apostar por la precaución, con Tuni en la banda izquierda, Víctor en el banquillo y la dupla Arango-Güiza en la vanguardia.

La opción A no se ha estrenado aún de salida, aunque sí jugaron juntos unos minutos en Almería -llegó el gol con los tres en el campo- y empujaron al equipo a una remontada histórica frente al Valladolid en la segunda parte, coincidiendo con la entrada de Víctor, que pisó el césped en lugar del Chori Castro y reactivó el equipo.

La conexión de Ibagaza con Güiza, un especialista en vivir al borde de la navaja, se antoja fundamental para abrir la defensa del Recreativo, que al más puro estilo de Víctor Muñoz, juega con la línea de fondo alejada del portero. El punta jerezano regresa a una ciudad en la que vivió un calvario, que le dedicó cánticos de “borracho, borracho" en su última visita. «Eso me motiva más», ha recordado Güiza.

Uno de los focos del choque apuntará a Basinas. Después de conducir a la selección griega a la próxima Eurocopa, el pivote tiene hoy una nueva oportunidad para demostrar su clase, ese talento que le convierte en imprescindible con su país y que apenas ha mostrado con la camiseta bermellona. Hoy tendrá un nuevo examen.