El Palma Playa Park firmó el partido de la temporada. El 90-47 que reflejaba el electrónico del Toni Servera dejaba clara las diferencias entre los mallorquines y un Eivissa que ofreció su peor versión y permite a los de Matías Cerdà instalarse en la sexta posición, con seis victorias en su haber y, lo más importante, mostrándose intratables en su pabellón.
La resistencia del cinco de Oliete se limitó a los primeros minutos de la contienda. Un triple de Corbacho abría la brecha inicial (9-4) y el buen hacer defensivo del Playa Park hacía el resto, apoyándose en la solidez interior de un Veski que fue un muro hasta que el Eivissa optó por poner en pista a Jordi García y Martin Marek.
No fue suficiente, y los mallorquines empezaron a creer en sus posibilidades. Con Corbacho inspirado en el perímetro y Tecul dando las primeras muestras de su recital, el Playa Park se iba en el marcador (45-23 al descanso) y ponía tierra de por medio. Pero la crisis iba a agudizarse en el tercer parcial, en el que el caos ofensivo (29 pérdidas) se apoderó del Eivissa. En esas, el equipo de Cerdà llegaba incluso a doblar a los pitiusos (54-27), que se encontraban fuera del partido. Y eso que Llorenç Llompart y Alberto García fueron dosificados al máximo, apareciendo en escena cuando todo estaba resuelto para apuntillar a los ibicencos, que alcanzaron una máxima de cuarenta puntos a su favor (81-41) en una recta final que fue un mero trámite y da vida a los celestes, protagonistas del mejor arranque del conjunto del Toni Servera, todo un bloque que ya se codea con los mejores.
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