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G.O. El Club Atlético Osasuna, próximo rival del Mallorca, regresó el pasado sábado a los entrenamientos para empezar a preparar el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey que debe enfrentarle el próximo miércoles en el ONO Estadi al conjunto balear.

La plantilla rojilla, después de disfrutar de cinco días de vacaciones, realizó una doble sesión de trabajo y ayer volvió a ejercitarse en las instalaciones de Tajonar, sesiones en las que las bajas temperaturas fueron las grandes protagonistas de ambas jornadas.

A pesar del parón navideño, los hombres de José Àngel Ziganda son conscientes de la importancia del partido frente al once mallorquín por lo que esperan continuar con el mismo rendimiento con el que terminaron el año y que los excesos típicos de estas fechas no les afecten ni les pasen factura para continuar con la buena línea de juego y resultados logrados antes de marcharse de vacaciones.

El conjunto navarro completó un buen mes de diciembre, cerrando el año en decimosegunda posición en la clasificación con veinte puntos y con una ventaja importante en los dieciseisavos de final de la Copa (2-0).

Los rojillos comenzaron el mes venciendo al Deportivo de La Coruña en Riazor (1-2) para después empatar en casa de forma consecutiva primero ante el Sevilla (1-1) en el partido aplazado correspondiente a la segunda jornada y posteriormente ante el Valencia (0-0). A continuación debutaron con buen pie en la presente edició de la Copa del Rey ante el Mallorca (2-0) para después sufrir el único traspiés del mes, la derrota en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (2-0). El último partido del año fue de nuevo ante el conjunto balear, en esta ocasión con los tres puntos en juego, y de nuevo, la victoria se quedó en el Reyno de Navarra (3-1).

Con estos resultados, el conjunto de Ziganda afronta los dos partidos que restan para llegar al ecuador de la competición liguera y el partido de vuelta de la Copa con las garantías y la tranquilidad necesaria.

Para el partido del miércoles, la idea del entrenador navarro es volver a dar minutos a los jugadores menos habituales en el equipo titular, por lo que prácticamente en su totalidad estará formado por los mismos hombres que consiguieran la victoria en el partido de ida.