Se enfrentaban el tercero y el cuarto de la tabla, pero el submarino amarillo demostró ser muy superior al equipo de Javier Aguirre, al que superó en todas las facetas y se apuntó una victoria que al margen de garantizarle prácticamente su presencia en la próxima Liga de Campeones, anímicamente le va ayudar a creer en sus opciones reales de pelearle el título a Madrid y Barça.
El arranque del partido mostró a los dos equipos muy recelosos del rival. La contención y el orden defensivo fueron el objetivo fundamental para ambos, a la espera de una genialidad de sus respectivas parejas ofensivas.
El encuentro transcurría con un gran desgaste físico pero con poca llegada hasta que un zurdazo de Cazorla, envenenado tras tocar en un defensa, obligó al meta Abbiati a lucirse y desperezó el choque.
Los de Pellegrini se vinieron arriba y apenas un minuto después era Nihat el que ponía a prueba al portero italiano. Maxi puso la replica para el Atlético, con un duro disparo, pero ahí se acabó la aportación ofensiva del conjunto madrileño y el partido entró de nuevo en un estado de sopor. Sin embargo, un error de Perea, tras un mal despeje a un centro de Rossi, dejó el balón franco para Cazorla, que aprovechó el regalo para marcar el primer tanto del partido. El Atlético acusó el golpe y apenas tres minutos después recibía el segundo, tras un nuevo error de la zaga colchonera.
El Villarreal manejaba a su antojo el partido. En el ecuador del segundo acto de nuevo Nihat vio portería y puso la puntilla a un Atlético impotente, que veía como le pasaba por encima el equipo de La Plana, que con este triunfo amplia su racha a nueve partidos consecutivos invicto.
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