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Miquel Alzamora La inquietud por el futuro de Gregorio Manzano se ha instalado en la planta noble de Son Moix. Las declaraciones del pasado viernes en las que el entrenador andaluz dejaba excesivamente abierto su futuro profesional, pese a tener ya firmado dos años más de contrato con el club balear, ha motivado cierto temor en los despachos del ONO Estadi.

A la pregunta de si se ve entrenando al Mallorca la próxima temporada, el jienense dejó demasiadas dudas en su respuesta y abrió un debate que parecía cerrado. El técnico andaluz señaló que «preguntas categóricas como esta no pueden tener una respuesta categórica». Es cierto que en fútbol cualquier situación puede variar en cuestión de horas, pero se esperaba una respuesta más acorde con la realidad contractual del propio entrenador, es decir, que no reabriera ningún debate y que su respuesta fuera más concreta cerrando el propio técnico cualquier posibilidad de abandonar el club balear. «Nunca sabes lo que puede pasar, incluso con contrato en vigor. El fútbol se mueve en una dinámica en al que el pez grande siempre se come al chico», dijo el técnico. Manzano, que firmó hace tres meses la renovación de su contrato por dos temporadas, tiene una cláusula en el mismo por la cual puede dejar el Mallorca previo pago de 500 mil euros, es decir, una cantidad asequible para un elevado grupo de equipos cuyo banquillo no tiene un dueño claro de cara a la próxima temporada. Valencia, Sevilla, Zaragoza y el Atlético de Madrid mantienen las dudas respecto a qué técnico dirigirá a sus equipos la venidera campaña y Manzano es un entrenador muy bien visto en el fútbol nacional. Su agente Manuel García Quilón lo sabe y de ahí su interés por incluir esa cláusula en su contrato y tener un 'as' en la manga en caso de que el interés de un equipo deportivamente más fuerte que el balear pueda llamar a su puerta este mismo verano.

Precisamente el tema de la cláusula lo sacó el propio entrenador durante su intervención en la conferencia de prensa ofrecida previa al partido contra el Racing de Santander. «Cuando en los contratos hay cláusulas, para bien o para mal, si alguien decide pagarlas, como así se ajustan en los contratos de los profesionales, estos dejan de tener vigor tanto aquí como en otro sitio. Es la ley del mercado», comentó Manzano. En el club estas manifestaciones causaron sorpresa y sembraron la preocupación. El entrenador andaluz es la piedra angular del proyecto deportivo del Mallorca para la temporada 08/09 por muchos motivos. Principalmente porque convencen sus métodos de trabajo y su manejo del vestuario y porque el rendimiento del equipo es bueno, más allá de que en una u otra fase del campeonato se pueda estar más o menos acertado. El jienense reúne el perfil del entrenador ideal y de ahí que el director deportivo, Nando Pons, recomendara su renovación hasta en dos ocasiones. La primera fue en diciembre de 2006 cuando el equipo estaba pasando por una delicada situación deportiva y rondando el descenso y el Mallorca entonces decidió renovarle por una temporada. La segunda ocasión fue hace tres meses cuando esta ampliación de contrato se efectuó por espacio de dos campañas, lo que indica la confianza absoluta que tienen Pons, Pere Terrassa y Vicenç Grande en la figura del preparador de Bailén. Ya la semana pasada surgió la noticia del interés del Valencia y del acuerdo establecido entre el club «ché» y el entrenador. La noticia, desmentida por Manzano, inquietó en Son Moix, pero esta inquietud aumentó tras conocer las declaraciones del entrenador expuestas anteriormente y en las que añadía que el supuesto interés de la entidad valenciana «no me interfiere en la labor de terminar esta temporada y no sé lo que pasará en el futuro». No obstante, el andaluz apuntó posteriormente que su deseo sería llevar al equipo balear a Europa y que en el Mallorca «se siente en un club grande». Ahora, con la temporada a punto de terminar, y con una amplia labor de despachos en un verano largo de fichajes, el club no contempla la posibilidad de cambiar de entrenador.