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Es el año de los récords, de romper las estadísticas y de hacer historia. El último registro pulverizado se localizó ayer cuando marcaron Güiza y Trejo. Los dos tantos que subieron al marcador hace que los baleares sumen 63 goles, dos más que los marcados en la temporada 00/01 cuando, con Luis Aragonés en el banquillo, el conjunto bermellón consiguió 61 dianas. Esa cifra era la máxima anotadora que había conseguido hasta la fecha el Real Mallorca en la máxima categoría del fútbol español. Ante el Athletic Club se igualó la marca y ayer se rompió.

El mallorca es el equipo más regular de esta segunda vuelta y los números, se miren por donde se miren, son para enmarcar. Además, desde el punto de vista goleador, los baleares están entre los cuatro primeros equipos más realizadores del campeonato, siendo sólo superado por el Madrid (77), Barcelona (69) y Sevilla (69). Los baleares están por encima e conjuntos del potencial del Atlético (62) y lo mejor es que todavía restan dos jornadas más para intentar aumentar esta cifra.

En el capítulo numérico, Manzano también ha visto superadas sus propios números ya que ha logrado superar los 52 puntos que sumó en la temporada 02/03. El conjunto balear está ahora con 53 puntos, que pueden ser seis más si se ganan los dos encuentros que restan todavía a este campeonato; el domingo en el Camp Nou y en el último partido de Liga frente al Real Zaragoza. Además, la victoria de ayer frente a Osasuna, supone también la cuarta consecutiva esta temporada, un detalle al alcance de muy pocos y que habla de la trayectoria ascendente que ha venido dibujando el equipo en el transcurrir de esta segunda vuelta de la temporada.

El buen momento del equipo es proporcional también a la extraordinaria racha por la que está atravesando Dani Güiza que, con 25 goles, abandera la lucha por el Pichichi en la máxima categoría del fútbol español y puja, como mínimo, por la bota de plata.

El conjunto de Gregorio Manzano sólo ha perdido dos partidos de los últimos 17 disputados, ante Sevilla y Espanyol, concretamente y el resto han sido victorias o empates. De esta forma se explica por qué los mallorquinistas han conseguido alzarse hasta los lugares de privilegio en la clasificación.

El peor momento de la Liga está localizada en la jornada 19 cuando los baleares se situaron en la posición 13, muy cerca en puntuación del descenso y a partir de la 22 empezó poco a poco a ascender posiciones y estabilizarse en mitad de tabla, aunque siempre cerca de las zonas de descenso ya que nunca ningún equipo de los implicados en el vagón de cola ha logrado una puntuación que realmente, hasta el final, le diera la tranquilidad definitiva. Sin embargo, en este último tramo de la Liga el equipo entrenador por Gregorio Manzano ha escalado posiciones jornada a jornada hasta alcanzar la séptima posición el pasado domingo y confirmarlo este mismo miércoles.

Ahora, a falta de dos jornadas, los mallorquinistas están en una situación anímica tan buena que pensar en Europa no es una quimera. El próximo rival es el Barcelona, un equipo que ayer perdió ante el Real Madrid de forma clara y contundente y que ya no tiene ninguna motivación ni nada que defender en el presente campeonato. Europa se ha convertido para el vestuario en uno de los objetivos en este final de Liga.