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Guillermo Ortego El Atlètic Balears disputa esta tarde en Urbieta (18:00 horas, IB3) frente al Gernika el partido de ida de la segunda y definitiva eliminatoria de ascenso a Segunda División B con el objetivo de conseguir un buen resultado que le permita encarar con garantías el partido de vuelta, a disputar dentro de siete días en el Estadi Balear, y conseguir el ansiado ascenso ante su afición. Además no estará sólo en Gernika ya que se han desplazado unos 200 seguidores que arroparán a su equipo en este choque de trascendental importancia.

El entrenador blanquiazul, Toni Cazorla, ha desplazado a dieciocho jugadores, por lo que deberá realizar dos descartes antes del inicio del partido. Santos es baja por lesión y Rubio regresa a la convocatoria tras cumplir un partido de sanción. El técnico afirma que «hemos preparado el partido como de si mi propia boda se tratara» y no teme por el Gernika: «son un equipo fuerte físicamente pero me preocupa más lo nuestro».

En frente, el conjunto que prepara Carlos Javier Luaces, un grupo que haciendo honor al estilo que caracteriza a los equipos vascos es fuerte físicamente y va bien por alto. Uno de sus puntos fuertes son las jugadas a balón parado, por lo que el conjunto blanquiazul deberá ir con especial cuidado en este tipo de acciones. Sin ir más lejos, los dos tantos frente al Gáldar en el partido de vuelta fueron a balón parado y calcados. Un saque de banda largo al área, prolongado en el primer palo y rematado en el segundo.

Los aficionados blanquiazules por su parte han salido esta mañana a primera hora rumbo a Bilbao en el vuelo 1942, año de la fundación del club, fletado por la directiva que preside Fernando Crespí. Por la mañana está previsto que visiten la ciudad de Bilbao para después de comer desplazarse a Gernika.