Rafael Nadal festeja su triunfo sobre Djokovic en la final del torneo de Queen's. Foto: ALESSIA PIERDOMENICO

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Europa Press|LONDRES
El tenista mallorquín Rafael Nadal venció ayer al serbio Novak Djokovic por 7-6(6) y 7-5 y se adjudicó el torneo de Queen's, el primero sobre hierba en el excelso palmarés del isleño, que de paso manda un aviso al suizo Roger Federer de cara a Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, donde tratará de romper su interminable reinado.

Nadal volvió a demostrar que es un tenista con mayúsculas. Sin apenas tiempo para preparar su adaptación en hierba, acudió a Queen's para llegar a la cita del All England Club con ciertas garantías, pero encontró un premio que le hace dar un paso adelante en su carrera, un paso gigante.

Enfrente tuvo al serbio Novak Djokovic, al que, además, le deja un poco más atrás en la 'Race 2008', incluso se afianza en el segundo peldaño del ranking de la ATP. Y es que Nadal no le da margen pues ya le había vencido en los otros dos últimos partidos, en Hamburgo y Roland Garros, vengando así su derrota en Indian Wells a principios de año.

Ayer lo hizo sobre hierba, y con una superioridad manifiesta, aunque el manacorí siga sufriendo cuando sirve su oponente. Le ocurrió ante el cañonero Ivo Karlovic, y algo menos ante Roddick. Sin embargo, el dos mundial, demuestra que ahora no sólo les gana sobre arcilla, sino también sobre el tupido verde de la hierba.

Nadal, que sucede a Andrés Gimeno (Eastbourne 1972) como el último español capaz de vencer sobre esta superficie, acabó con Djokovic con un tenis agresivo, muy propio de la velocidad que imprime la hierba y buscando la red inmediatamente después de servir.

El español, que comenzó con un 3-0 en su contra en el primer set, se rearmó --como es habitual en su juego-- y acabó llevando la manga al tie-break, donde venció por 8-6. Fue ahí cuando le entró el miedo a Nole, que comenzó a flojear en los momentos decisivos.

Ya en el segundo, el de Manacor empezó algo más entonado, sabedor de la hazaña que podía conseguir, pero Djokovic sacó las últimas fuerzas que le quedaban para hacerle un 'break' que dejaba el choque 4-5 a favor del balcánico. El serbio, en el saque siguiente, sin ninguna opción de llevarse el juego, cedió al mallorquín, que sacó para ganar, lo que más le gusta y lo que mejor sabe hacer.

Con este triunfo, Nadal suma el quinto entorchado de la campaña después de conquistar los Masters Series de Montecarlo y Hamburgo, el Trofeo Conde de Godó y hace tan sólo una semana, su cuarto título consecutivo en Roland Garros.

Además, el manacorí se ha convertido en el primer campeón del Abierto francés que se impone en Queen's desde que lo lograra Ilie Nastase en 1973 y es el primer español en alzar el título desde Gimeno en 1960.

Lo que está claro es que Rafa Nadal atraviesa por un dulce momento de forma. El zurdo de Manacor encadena ya diecisiete triunfos consecutivos y ha impuesto sus credenciales en los tres últimos torneos en los que ha participado. Primero pasó el rodillo en Hamburgo, donde se adjudicó el título gracias a una clara victoria sobre Roger Federer. Después, el balear acudió a su torneo preferido y volvió a asombrar al planeta tenis con una actuación deslumbrante. Hilvanó su cuarto Roland Garros seguido sin ceder un solo set a lo largo de todo el camino. Sin embargo, uno de sus triunfos más meritorios es el de ayer. Nadal acudió a Queen's con el deseo de mejorar su juego sobre hierba antes de iniciar su participación en Wimbledon y volvió a morder otro trofeo. Mejor imposible.