El portero del Mallorca, Miquel Àngel Moyà, se estira durante un entrenamiento del equipo en el terreno de juego del ONO Estadi. Foto: MONSERRAT

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El Mallorca y el Valencia siguen tensando la cuerda. Mientras los baleares se mantienen firmes en su negativa de traspasar a Miquel Àngel Moyà, los levantinos empiezan a buscar alternativas en el bazar futbolístico. La dirección deportiva de Son Moix no tiene ninguna intención de desprenderse del portero por una cantidad inferior de la que había establecido anteriormente (diez millones) y mucho menos, prisa. Los de Mestalla, en cambio, no quieren desembolsar un precio demasiado elevado por el binissalemer y empezarán a quemar otras bazas, más económicas, como la del meta argentino del Estudiantes Mariano Andújar. Aunque el propio Moyà ha dejado entrever en las últimas horas su deseo de jugar en la capital de Turia, ya no parece tan descabellado pensar que seguirá actuando en el ONO Estadi al menos otra temporada.

Una de las razones de que la situación haya entrado en un compás de espera son las alternativas que ofrece el Valencia para abaratar el coste de la operación. El conjunto ché pretende incluir en la misma a jugadores con los que Emery no cuenta de cara al nuevo curso, como David Navarro o Hedwidges Maduro. En el caso del central, que ya jugó a préstamo en la Isla hasta hace sólo unos meses, sí que se trata de un futbolista interesante para Manzano, ya que precisa entre uno y dos efectivos para reforzar el eje de la zaga. Sin embargo, el holandés llegaría para jugar en la sala de máquinas y esa zona del campo parece muy bien cubierta. Además, ambos perciben una ficha muy elevada por lo que sólo podrían llegar a la Isla mediante una nueva cesión. Ante eso, el Mallorca ha decidido declinar las propuestas valencianistas. En el ONO Estadi entienden que, aunque continúe otro año en Palma, la cotización de Moyà no se degradará y, teniendo en cuenta que le restan todavía tres años de contrato, parece que vale la pena esperar.

Moyà ingresó oficialmente en la primera plantilla del Mallorca durante el verano de 2004, aunque antes ya había destacado de manera muy especial entre la cantera del conjunto bermellón, llegando a convertirse en uno de los principales iconos de la factoría de Son Bibiloni. Antes, ya se había acostumbrado a trabajar habitualmente con los integrantes de la primera plantilla y era internacional en casi todas las categorías inferiores de la selección, pero no consiguió dar el salto hasta que el club traspasó a Leo Franco al Atlético de Madrid. Entonces Cúper le dio la alternativa y el 29 de agosto de 2004 debutó en el ático del fútbol español frente al Real Madrid. Ahí partía la carrera en la elite de uno de los guardametas con mejor perspectiva del balompie nacional.

Desde ese momento, Moyà ha vivido todo tipo de situaciones bajo el larguero de Son Moix. De la agonía de esa misma campaña al espectacular final de campeonato de hace sólo unos meses, pasando por su competencia con Toni Prats o su exhibición del pasado mes de enero en el Bernabéu. Sus paradas de aquella noche, que valieron la clasificación del Mallorca para los cuartos de final de la Copa del Rey, le llevaron a protagonizar casi todas las portadas del día siguientes y un montón de minutos de los informativos. Era un síntoma evidente de su madurez como futbolista y también el principio del fin a su ciclo como rojillo. Todos los grandes le habían señalado y en el club asumían que iba a resultar muy complicado retenerle. Además, poco después cambió de representante (dejó a Zoran Stojadinovic para trabajar con Manolo García Quilón) y abrió las puertas de un millonario traspaso.