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Efe|PEKÍN
Las gimnastas españolas Lenika de Simone y Laura Campos debutaron ayer en los Juegos Pekín con «una mala actuación» en la ronda de clasificación que las descartó -en gimnasia artística- para las finales por aparatos y casi con toda seguridad también para la individual, a falta de tres de las cuatro subdivisiones. El seleccionador Jesús Carballo así lo reconoció, tras subrayar que nunca pensó que competir sólo con dos gimnastas, sin el equipo completo, podía hacerles sentir tan «huérfanos». Comenzaron flojas en las asimétricas -De Simone se paró, Campos tuvo imprecisiones e hizo un ejercicio de poco riesgo- y pasaron luego a la barra, donde aquélla, tras una presentación alta en dificultad y ejecución, se torció en la salida y acabó con la cabeza en la colchoneta.

Es el mejor aparato de la madrileña nacida en Hollywood, cuyo nombre ganó prestigio con el bronce europeo de 2006, pero hoy el error de la salida, un doble mortal en carpa, le costó la final en la que puede ser la última competición de su carrera. La caída son ocho décimas menos, a las que hay que añadir el valor que dejó de sumar en la salida, que tampoco le cuenta por no haberla hecho bien.

En suelo Laura Campos se escapó una vez del tapiz. El mejor aparato de ambas fue el salto. De Simone sumó 55'600 puntos y provisionalmente ocupa el puesto undécimo, uno menos que Campos, que acumuló 55'025. Parecen insuficientes para entrar en la final de las 24 mejores, sobre todo para la extremeña, porque faltan, entre otras, rusas, estadounidenses, italianas y ucranianas, pero De Simone mantiene una mínima esperanza si los fallos ajenos la salvan.