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Tolo Jaume La Plaza de Toros de las Ventas aguarda el duelo por un puesto en la final de la Copa Davis que enfrentará a partir del viernes a España y Estados Unidos, pero desde ayer Rafael Nadal ya se ejercita sobre la arcilla madrileña como referente del equipo capitaneado por Emilio Sánchez Vicario. El número uno del mundo apenas ha dispuesto de tiempo para reponerse del esfuerzo realizado para alcanzar las semifinales del US Open tras un tramo muy exigente del calendario y ahora acelera una nueva aclimatación a la tierra batida que concede el rol de favorito a los anfitriones.

El cansancio acumulado a lo largo de nueve meses de competición se deja de lado cuando entra en escena la posibilidad de conquistar la Copa Davis. El mallorquín está en condiciones de completar un año brillante y la Ensaladera daría aún más brillo a su espectacular palmarés de 2008. Roland Garros, Wimbledon y la medalla de oro olímpica figuran entre los ocho torneos que ha ganado en la presente temporada en la que, además, se ha aupado al primer puesto del ránking ATP. Con un récord de 75 victorias y nueve derrotas en el circuito llega al penúltimo escalón de la Davis en busca de su segundo título.

Nadal ha tenido una relación especial con la competición por selecciones más importante del planeta tenis y desde el punto de vista anecdótico dicha relación ha vivido sus momentos más dulces coincidiendo con los años olímpicos. El mallorquín fue abanderado del equipo que se proclamó campeón de la Copa Davis en el año 2000, cuando la Federación premió su trayectoria en las categorías inferiores. En el año de su debut en la Davis, en 2004, fue decisivo en la conquista de la segunda Ensaladera del tenis español junto al también mallorquín Carlos Moyà, puesto que ambos ganaron los puntos que dieron el triunfo a los hombres capitaneados por Jordi Arrese, que apostó por un jovencísimo Nadal en detrimento de Juan Carlos Ferrero. La eliminatoria ante Estados Unidos trae a la memoria aquel éxito del equipo español en el estadio Olímpico de Sevilla hace cuatro años, ya que el zurdo de Manacor, se convirtió en el tenista más joven de la historia en levantar la Ensaladera con 18 años y seis meses. Precisamente en 2004 el balear fue determinante en los cuartos de final ante la República Checa al lograr el 3-2 en su estreno en la competición y, tras jugar en el Coliseo Balear ante Holanda y colaborar en el triunfo sobre Francia, Nadal mostró al mundo su potencial sobre tierra batida ante Roddick. De hecho, el isleño, que sólo ha perdido uno de los nueve partidos de individuales que ha jugado en la Copa Davis, tiene un récord de seis victorias y ninguna derrota en los seis puntos individuales que ha disputado sobre tierra batida.