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Carlos Montes de Oca|LA CORUÑA
La indignación era de nuevo la protagonista en el seno de la plantilla mallorquinista, especialmente en un David Navarro expulsado por doble amonestación tras una protestada decisión de Ayza Gámez. El central valenciano se mostró crítico con la labor del colegiado y no escondió que «estaba esperando la mínima para expulsar a alguien. Estos fallos no los puede tener», decía el de Sagunto, que admitió que en la primera de las dos tarjeta que vio ayer en Riazor «no sé lo que ha pasado, porque ganó la posición, pero la segunda es una locura», prosiguió el zaguero, quien extrae la conclusión más positiva de la jornada con el empate sin goles «porque necesitábamos acabar con la puerta a cero, pero ahora tenemos que ratificar y hacer bueno este punto el jueves ante el Numancia. Sería perfecto poder sumar cuatro puntos en unos cuantos días, e intentar el domingo que viene seguir creciendo y sumando puntos en la clasificación», prosiguió Navarro. El defensor pide paciencia para el nuevo Mallorca «porque es un equipo joven, con gente nueva, y que todavía tiene que acoplarse», y piensa que «con el paso de las semanas, empezarán a verse los frutos del trabajo de los últimos meses», dijo el jugador cedido por el Valencia, y que con esta cumple su segunda temporada en las filas del Real Mallorca, siendo uno de los puntales dentro de los esquemas de Gregorio Manzano.

En una línea similar se desenvolvió el camerunés Pierre Webó, que no se cortó a la hora de decir que «la expulsión del Deportivo fue más justa que la de David Navarro. El árbitro ha caído en la trampa, pero hay que tomarlo como una anécdota y lo más importante es que al final hemos conseguido sumar un punto en un campo difícil como es Riazor». De la misma manera, el ariete bermellón pasó página e insiste en que el grupo, pero especialmente los delanteros «tenemos que hacer mucho trabajo de cara al gol.