TW
0
Tolo Jaume En las últimas temporadas se han vivido derbis en miniatura entre el Atlètic Balears y el filial del Mallorca, pero hoy, 22 años después del último enfrentamiento oficial, el clásico por excelencia vive un nuevo episodio con motivo del Trofeu Illes Balears, aunque por primera vez será lejos de Palma. Los aficionados con más memoria recordarán el duelo de Copa de la temporada 86-87 en el que se impusieron los mallorquinistas, igual que en el último precedente entre ambos del 29 de marzo de 1993 en el partido conmemorativo del 50 aniversario del club blanquiazul.

La nostalgia adorna la segunda semifinal del Trofeu Illes Balears. A las 22.00 miden sus fuerzas los dos clubes históricos de Palma. El derbi mallorquín que irradió pasión en los cicuenta y los setenta cuando las fuerzas estaban igualadas disfruta de una nueva entrega en tierras menorquinas. No será un partido oficial, pero como si lo fuera, porque la rivalidad de antaño no sólo sigue latente, sino que se ha hecho patente en las ocasiones en las que los balearicos se han enfrentado al filial del Real Mallorca en las recientes campañas en Tercera División.

El último partido entre los primeros equipos del Atlètic Balears y el Real Mallorca se produjo en marzo de 1993. El club de la Vía de Cintura cumplía cincuenta años y para conmemorar la efeméride se enfrentó en un choque amistoso al conjunto rojillo. Eran tiempos de paz en los que el club presidido por Miquel Dalmau apostaba por acercarse a todos los equipos de la Isla. Los inquilinos del Lluís Sitjar militaban en Segunda, pero golearon (0-5) a un Atlètic Balears que dominaba la Tercera balear.

El mallorquinista Gabi Vidal recuerda que el de 1993 no fue un choque «ni mucho menos hostil» y comenta que el encuentro se disputó en un clima de «cordialidad». No obstante, el choque sí se mantiene en su memoria y en especial la actuación de Esteve Fradera, que firmó un hat-trick.

Algo más de pasión destiló la eliminatoria copera en la que se enfrentaron en 1986 y que sonrió a los mallorquinistas. La diferencia de categoría fue un muro insalvable para los blanquiazules, que tenían la esperanza de poder apear a los barralets del torneo del KO.

Sin embargo, la pasión marcó los derbis que se produjeron en la competición liguera en la década de los cincuenta y los setenta. Los dos grandes clubes de Palma han convivido en la misma categoría en un total de trece ocasiones (diez en Tercera, dos en la antigua Segunda y una vez en Segunda B). La gran rivalidad se fraguó en la década de los cincuenta y en Tercera con encuentros que permanecen en la memoria de los más veteranos.