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Miquel Alzamora/Carlos Román En la jornada de ayer tocaba hacer un registro general en busca de Paul Davidson, aunque es más fácil -rememorando al añorado Benajamin Toshack- ver a «un cerdo volando por el Bernabéu» que al 'fontanero' por las inmediaciones del ONO Estadi. El miércoles es el día de pago, el día en que se han de firmar las escrituras de compraventa y el día en que los 38 millones de euros deben engrosar una de las cuentas de Barclay's Bank. Aunque una operación de estas características no suele finiquitarse sólo en un día y lo más lógico es que hoy mismo Davidson comunique cómo está la situación a todas las partes implicadas en esta magna operación financiera. Ayer en el ONO Estadi, a falta del que dice va a ser futuro propietario del Mallorca, quienes sí estaban eran un grupo de aficionados de el Molinar vestidos con indumentaria árabe. Sin duda llamaban la atención. José Miguel Lladó era uno de los 'falsos' compradores del club que explicaba el por qué de esta escenografía. «Me parece un cachondeo -decía- y si te lo tomas en serio da ganas de llorar. Tengo confianza cero en Davidson. Nos ha engañado como a chinos y ha preferido el vino al Mallorca. Lo de Red Bull o lo de los jeques árabes nos hacía más ilusión porque al menos parece que ellos van con la pasta por delante y no hacen tantas tonterías. Durante la temporada se ha de hablar de fútbol, no de esto», sentenciaba este aficionado. Uno de sus compañeros en el fondo sur tenía un opinión similar. Pedro García señalaba que todo lo que rodea a la venta del las acciones a Paul Davidson «es una locura». «El inglés este ha desaparecido y se lo toma a risa, cuando esto es un asunto muy serio para la afición del Mallorca. La confianza en Davidson es nula y basta con verle la cara. Lo más justo sería que se quedara en manos de alguien de aquí, pero seguro que la prensa acabaría dándole caña. Supongo que por eso nadie se quiere meter en el tema», aseguró este aficionado.