03/12/08 0:00
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Fernando Fernández El Bàsquet Mallorca rompe moldes. No sólo por el riesgo de un proyecto de mínimos, de supervivencia, que ha logrado dar un salto de calidad en sus aspiraciones hasta colarse en la zona tranquila de la clasificación de una de las mejores ligas de baloncesto de Europa. El heredero natural del Inca, junto al Melilla el Decano de la LEB Oro, ha sabido sobreponerse al delicado momento que el presente le ha planteado para dar toda una lección y demostrar que, pese a ser el presupuesto más modesto (el del primer equipo es de 400 mil euros, y el global del club de 800 mil) de una competición en la que le toca lidiar con históricos del calado del Valladolid, Breogán, León o Tenerife, saber administrar bien los euros en tiempos de crisis y transformarlos en ilusión también es una receta válida para competir en un torneo en el que la permanencia es el único objetivo.

El panorama invita a ser optimistas. Si hace unos meses, los interrogantes se multiplicaban en torno al proyecto único del baloncesto mallorquín, ahora está más cerca la continuidad de una iniciativa avalada por el Govern y que supuso la unión de fuerzas de Inca y Muro para que Mallorca siguiera ocupando un lugar dentro del mapa baloncestístico nacional. Incluso perdiendo una plaza en LEB Plata para repescar la del Sa Pobla para tener un segundo equipo de formación en la Liga EBA.

Una de las premisas que apuntalan las bases del Bàsquet Mallorca es la denominación de origen del bloque. El equipo más balear que se recuerda en una liga de este rango ya maneja un colchón de cinco victorias (Valladolid, Illescas y Los Barrios en casa, y Gandía y La Laguna a domicilio) transcurridas once jornadas, que poco tienen que ver con los dos triunfos que el por entonces Inca atesoraba a estas alturas de la temporada hace apenas un año.

Jugadores de la tierra, currantes asentados ya en la Isla (Blanch y Biviá) y una triple apuesta americana con Jason Blair (con pasaporte comunitario, MVP de la pasada jornada y segundo en el ránking general) al frente, Tiedeman en proceso de aclimatación y Keep aportando músculo en la pintura, son algunas de las credenciales de un equipo que puede presumir de hacer buenos sus orígenes.