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Tolo Jaume La delicada situación económica que atraviesan muchos equipos de fútbol se ha convertido en una oportunidad para el Atlètic Balears. Y es que estos días el club blanquiazul se mantiene a la expectativa de multitud de futbolistas que amenazan con abandonar sus actuales equipos para reforzar su actual plantilla con un mínimo de cuatro jugadores. La crisis aprieta e incluso a muchos, pero parece haberse convertido en el mejor aliado de la entidad de la Vía de Cintura en el mercado de invierno.

La actividad se ha intensificado en el césped y en los despachos del Estadi Balear para encarar la segunda vuelta del campeonato con un objetivo claro: «salvarse sí o sí». Esta es la premisa de la que parte el presidente del Atlètic Balears, Fernando Crespí, que tiene claro que la entidad debe hacer un gran esfuerzo en todos los aspectos para «lograr la permanencia a toda costa». Por este motivo, el club blanquiazul está dispuesto a echar el resto en los próximos quince días para apuntalar el vestuario con incorporaciones de garantías.

El club ha fijado en cuatro el número de incorporaciones que quiere cerrar para la segunda vuelta y pretende reforzar cada una de las líneas con especial atención a la delantera, donde se estudia la posibilidad de incorporar dos efectivos. Sin embargo, no se descarta reforzarse con más efectivos teniendo en cuenta la plaga de lesiones que ha azotado a la caseta baleárica. Una plaga que podría propiciar que Francisco, que tiene a día de hoy diez lesionados, sólo contara con doce efectivos en plenitud de facultades para recibir el domingo al Lleida.

La prioridad es mejorar de forma sustancial y por este motivo las miras están muy altas. El Atlètic Balears se ha fijado tanto en clubes de Segunda B como en equipos de Segunda, por lo que sigue con atención el desmantelamiento que se cierne sobre las plantillas, entre otros, del Alicante en la división de plata y el Fuerteventura, el Marbella o el propio Eivissa en la de bronce. «Hay muchos jugadores que van a entrar en el mercado cuando consigan pactar su salida, pero la mayoría se encuentra a la espera de esclarecer si van a cobrar algo por estos meses de trabajo», analiza Fernando Crespí, que augura un «esfuerzo máximo» en el apartado económico para reforzarse.