La presentación de Dudu Aouate sólo estaba pendiente del visto bueno del consejo de administración, pero una mera formalidad acabó impregnando de tensión la reunión celebrada en el ONO Estadi. La cita de la cúpula mallorquinista tenía como único punto del día la aprobación del fichaje del portero israelí, pero la oposición del segundo máximo accionista de la SAD balear, José Miguel García, motivó un retraso en la formalización del contrato y una muesca más en la deteriorada relación entre el consejero y los representantes del principal paquete accionarial de la entidad mallorquinista.
La primera incorporación del Real Mallorca en el mercado de invierno aterrizó en la Isla el pasado domingo, pero el meta no podía incorporarse al grupo de Manzano sin el beneplácito de los responsables del club, ya que el actual presidente, Joaquín García, no tiene poder ejecutivo sin el consentimiento del consejo de administración. Así las cosas el presidente Joaquín García, José Miguel García, Marilena Ordinas, Víctor Grande, Toni Tugores y Lluís Huerta se concentraron en Son Moix.
El cónclave, que se presumía como un trámite, estaba previsto para las 10.00 y duró algo más de tres horas, un plazo sorprendente teniendo en cuenta que la agenda del día sólo contemplaba dar luz verde al fichaje de Dudu Aouate. El retraso se produjo por el intento de José Miguel García de paralizar una operación por la que el Mallorca ha invertido 800.000 euros a pagar en los próximos tres años.
El segundo máximo accionista, que incidió en analizar las cuentas del club, defendió la posibilidad de seguir adelante con Lux y Tomeu Nadal como únicos porteros mientras Miquel Àngel Moyà finaliza su periodo de recuperación a finales del mes de febrero. Ante esta tesitura el consejo de administración requirió la presencia del director deportivo del club, Nando Pons, para argumentar la contratación de Aouate y someter a votación el fichaje. Todos los miembros del consejo dieron luz verde a la operación mientras que José Miguel García optó por abstenerse. Era la primera ocasión en la que se precisaba la presencia de Pons para justificar una de las peticiones de Manzano.
El técnico de Bailén comentó en su comparecencia post-vacacional que hubiera sido «una irresponsabilidad» no reforzar la portería. El gran número de encuentros que afrontará el conjunto mallorquinista en enero y la ausencia de Moyà dejaba a la plantilla con Lux y Tomeu Nadal como únicos porteros. El entrenador rojillo aseguró que hubiera sido una irresponsabilidad no aprovechar que el mercado ofrecía la oportunidad de incorporar futbolistas en enero y añadir efectivos de calidad contrastada.
Por otra parte, José Miguel García insistió durante la reunión del consejo de administración en la vía de Freddy Shepherd como potencial comprador del club y la situación de espera en la que se encuentra el empresario inglés.
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