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14 puntos en 17 jornadas; nueve partidos consecutivos sin celebrar una victoria; seis derrotas seguidas a domicilio; 32 goles encajados, apenas 18 marcados, sólo tres triunfos en prácticamente una vuelta del curso y... en descenso a Segunda División. El Mallorca amaneció el domingo lamiéndose las heridas del Camp Nou pero con la cabeza alta por la buena imagen ofrecida ante el líder y, unas horas después, se encontró de nuevo en el furgón de cola de la clasificación con sólo un punto por encima del colista de la categoría y a dos de la salvación, que ahora marca el Recre con 16.

Desde que Gregorio Manzano sustituyera a Héctor Cúper en el cargo, en febrero de 2006, el grupo bermellón no figuraba tan cerca del abismo ni presentaba unos números tan deficientes.

El primer fin de semana del nuevo año resultó cruel. A la derrota sufrida el pasado sábado en el coliseo azulgrana (3-1), en un duelo que decantó el segundo gol blaugrana -anotado por Iniesta y precedido por un fuera de juego de Gudjohnsen-, se sumó ayer una jornada nefasta para los intereses isleños. El contundente triunfo del Recreativo ante el Numancia (3-1) permitió a los andaluces salir a la superficie a costa del Real Mallorca.

Además, el empate del Espanyol en San Mamés (1-1) empuja a las huestes de Manzano hasta la penúltima posición del torneo liguero. Empatado a puntos con el Espanyol, el Mallorca es decimonoveno por su peor diferencia de goles (-14) por el -11 de los blanquiazules.

El 1-1 firmado por Osasuna en el Pizjuán aprieta todavía más la zona baja y deja a los bermellones a apenas un punto por encima del farolillo rojo de la categoría...

Al margen de esos resultados, lo peor es que algunos de los rivales directos en la lucha por la supervivencia comienzan a escaparse, mientras que el Mallorca se encuentra en plena ascensión a la etapa reina de la Liga, con nada menos que Real Madrid, Villarreal y Valencia -éste en el comienzo de la segunda vuelta- en el horizonte. Así, equipos como Almería -ganó al Betis en el estreno de Huego Sánchez y el jueves visita el ONO en la Copa del Rey- o Racing -Zigic selló un valioso triunfo en Zorrilla- están ya a 5 y 7 puntos, respectivamente.

Los números que presenta el Mallorca no invitan precisamente al optimismo. Con el final de la primera parte del campeonato a la vuelta de la esquina, el bloque isleño sólo suma 14 puntos. Desde el último ascenso a Primera, la peor primera vuelta que ha sellado el equipo rojillo data de la temporada 2004-05, que arrancó Benito Floro y continuó Héctor Cúper. En aquella ocasión, el Mallorca cruzó el ecuador de la Liga con 14 puntos. Sólo el extraño desfallecimiento del Levante en la recta final de la temporada y una gran reacción mallorquina en las últimas jornadas (sumó 25 puntos en el segundo tramo del torneo) le permitieron celebrar la permanencia, cuando todo el mundo daba por hecho el descenso.

En el presente campeonato, sin embargo, no parece que el milagro se puede repetir. La caída del Mallorca es vertiginosa, mientras que sus compañeros de agonías van de menos a más. El Recreativo, por ejemplo, ha logrado más de la mitad de sus puntos (9 de 12) en los cuatro últimos partidos. Y Osasuna ha sumado 5 puntos en ese tramo. El bloque de Gregorio Manzano, por su parte, apenas ha atrapado uno de los últimos 15 puntos en juego o dos de 21 si añadimos las tablas ante el Málaga.