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Miguel Luengo|MELBOURNE
Sin la espectacularidad del primer partido ante el belga Christophe Rochus, pero con tranquilidad, Rafael Nadal, número uno del mundo, superó al croata Roko Karanusic, 92, por 6-2, 6-3 y 6-2, y se colocó en la tercera ronda del Open de Australia. Nadal sigue sin sufrir en los primeros compases del primer Grand Slam de la temporada. Parece como si su nombre atemorizase a los rivales que le salen al paso y éstos claudicaran desde el inicio. Rochus le aguantó 77 minutos, y el talentoso e imprevisible Karanusic veinte minutos más. Dos pruebas que no han servido aún para comprobar el actual estado de forma de Nadal.

Karanusic salió a la pista como si el partido fuera una fiesta. Sin tensión, jugando sin ritmo, durmiendo la bola la mayoría de las veces, y enviando en otras auténticos misiles que desconcertaron a Nadal.

Su estilo de juego, tan propio como inusual, le pueden dar resultados en otras instancias, como los 'challengers' de Belgrado y Kolding (Dinamarca) que ganó el año pasado, pero no en un Grand Slam y menos ante un jugador cuya regularidad le ha llevado a lo más alto. Sin haber ganado jamás ni a un jugador situado entre los diez primeros del mundo, ni a un zurdo, el croata lo tenía difícil. A pesar de que había dicho que se consideraba mejor física y mentalmente que Nadal, ante el que sólo cedía en la técnica. Si a eso se suma que se trataba de su primer enfrentamiento contra un número uno del mundo, las complicaciones se multiplicaban. Pese a todo, Nadal no se despistó. No estuvo tan acertado con el servicio como ante Rochus, pero su nivel está a años luz del de su rival, que no le dio el ritmo necesario que puede necesitar en la siguiente instancia.

En la tercera ronda, Nadal se medirá con el alemán Tommy Haas, que venció al italiano Flavio Cipolla, por 6-1, 6-2 y 6-1.
Nicolás Almagro, Fernando Verdasco, María José Martínez y Anabel Medina, se sumaron en la madrugada de ayer a la tercera ronda del Abierto de Australia, a la que no pudo acceder la gallega Lourdes Domínguez Lino. Almagro no había ganado un partido en Melbourne en cuatro intentos anteriores, pero salvado el primero de ellos contra el chileno Nicolás Massu jugó hoy con una motivación especial para vencer al italiano Fabio Fognini, 87 del mundo y ganar por 6-2, 7-5 y 6-0. Ahora 'Nico' luchará contra el francés Gael Monfils con la «mayor ilusión posible para estar en la cuarta ronda del primer Grand Slam del año», expresó. El francés, último jugador que ha vencido a Rafael Nadal (Doha), se impuso al austríaco Stefan Koubek por 6-4, 6-4, 3-6 y 6-2.

La tenista canaria Carla Suárez se convirtió en la gran protagonista de la cuarta jornada al eliminar en la segunda ronda a la estadounidense Venus Williams (2-6, 6-2, 7-5). La americana ganó con comodidad el primer set (6-2) y dominó 5-2 en el tercero y definitivo, gozando incluso de una bola de partido con su saque, pero la española no se rindió y firmó una remontada memorable. Suárez no se puso nerviosa, rompió el saque de su rival, y firmó un parcial de 5-0 para apear a una de las favoritas y asegurar una jugadora española en octavos de final, ya que se enfrentará a la murciana María José Martínez, que derrotó a la uzbeka Akgul Amanmuradova 6-2, 6-4.