De izquierda a derecha, Tugores, Terrassa, Buades, March, Alemany, García, Vaquer, Delgado y Huerta. Foto: MONSERRAT

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La junta general de accionistas del Mallorca aprobó ayer el nombramiento de su nuevo consejo de administración, un trámite administrativo que otorga oficialidad a la segunda entrega de la 'era Alemany'. El equipo «A», integrado por nuevo miembros, representa un guiño al pasado. Mateu Alemany ha reclutado a casi todos los héroes de la mallorquinización "operación que durante el verano de 2003 acabó con el gobierno de la familia Asensio" y ha fulminado cualquier rescoldo de la etapa Grande.

José Miguel García, empresario del sector de la construcción y que a través de Garval Investment Business controla el 5'3 por ciento del accionariado de la SAD balear, es la única referencia al pretérito más reciente. García, que estrenó galones de vicepresidente, fue especialmente crítico con Grande durante la recta final de su mandato y ahora se ha convertido en el «segundo» del consejo.

Unos pocos meses después de su duro enfrentamiento, José Miguel García compartirá equipo con Pere Terrassa, director gerente de IB3 y antiguo director general de gestión de la SAD balear. El Mallorca los separó y el Mallorca los ha vuelto a unir.

La fotografía del nuevo órgano de gobierno del club también fue la estampa de un reencuentro. Alvaro Delgado, Joan Buades, Antoni Tugores, Francisca March y Miquel Vaquer ya habían compartido muchas reuniones antes de que la familia Grande y los ejecutivos del Grup Drac se hicieran con un monopolio ahora enterrado.

La negativa de Miquel Àngel Nadal de integrarse en el consejo "Mateu Alemany le había ofrecido la vicepresidencia" propició a última hora la inclusión de Luis Huerta. El joven abogado del bufete Buades ocupará el cargo de vicesecretario. El ex futbolista argumentó motivos personales para declinar la oferta.

Huerta, que comparte con Pere Terrassa su pasión por el baloncesto, es considerado en los círculos jurídicos una firme promesa de la abogacía balear, se ha curtido durante los últimos tiempos en todos los procesos de ventas frustradas y cónclaves con la administración concursal.