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Miquel Alzamora El Real Mallorca buscará este domingo prolongar la buenas sensaciones experimentadas en el último partido de Liga ante el Valencia y frente al Betis en la Copa en el escenario más adverso: el Reyno de Navarra. Será el 'Reyno' más maldito que nunca porque, si de por sí los partidos en el estadio navarrés son hostiles, ayer el club confimó que ha agotado las entradas para los dos próximos partidos que Osasuna va a disputar en su estadio, ante Mallorca y Valencia.

La afición osasunista ha respondido a la llamada de su equipo de forma inmediata, y en dos días "las entradas se pusieron a la venta el pasado martes" se han agotado las localidades para los dos próximos compromisos que el conjunto navarro disputará como local. Los números señalan al antiguo Sadar como un estadio tradicionalmente maldito y a Osasuna como un rival casi imbatible cuando juega como local. El hecho de que a tres días para que se dispute el partido el papel se haya extinguido, es un claro indicado de que los baleares no se encontrarán un ambiente de patio de colegio, más bien todo lo contrario, será un infierno.

Mejores marcadores
El grupo isleño jamás ha ganado en Pamplona en partido de Primera División, ha perdido en doce de sus dieciséis visitas y sus mejores resultados son cuatro empates, a cero en las temporadas 1986-87 y la 2002-03 y a uno en las campañas 2003-04 y 2004-05. La peculiar historia negra del Mallorca en Pamplona comenzó a escribirse en la temporada 1961-62, la segunda del conjunto isleño en la máxima categoría. Aquella primera visita se saldó con una contundente derrota (4-1). Ese resultado se repitió en la visita posterior y, desde entonces, el conjunto balear ha marcado sólo tres goles más, en los años 04, 05 y 08.

En la década de los 80, el Mallorca visitó Pamplona en cuatro ocasiones y en todas ellas salió con el mismo resultado: 1-0. En la primera etapa de Luis Aragonés en el banquillo balear, el Mallorca sufrió su séptima y última derrota de aquella temporada. Un gol de Armentano al inicio del segundo tiempo tumbó al grupo isleño, que tras esa cita encadenó cinco victorias consecutivas. El encuentro estuvo marcado por la lesión de Germán Burgos. En la temporada 03/04, con Sergio Kresic, el Mallorca sufrió una de sus mayores humillaciones (4-0) y la temporada siguiente selló un empate sin goles en un partido recordado por la ocasión desperdiciada por Alfredo a puerta vacía.

Sensible mejoría
En el primer año de Gregorio Manzano en el banquillo balear, el equipo no ganó, pero consiguió también no perder, sumando un punto tras empatar a uno. Idéntico marcador logró la campaña siguiente, mientras que en los siguientes dos años volvió a caer derrotado por la mínima en la 05/06 y por tres a cero en la 06/07. El último referente es el de la pasada temporada en la que perdió por tres goles a uno sin tener apenas opciones. Ahora vuelve al escenario maldito, al estadio que se le resiste un año y otro. Manzano y los suyos quieren romper con la tradición y además de los problemas que de por sí crea Osasuna, deberá luchar contra la motivación que supone recibir un refuerzo de invierno. Ayer el equipo presentó a Antoni Hidalgo, mediapunta llegado del Zaragoza y que jugará en el conjunto navarro hasta final de temporada.